Es la imagen que el Gobierno Sánchez quería evitar.
Pero de nada le valieron sus artimañas.
Al final, la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, tuvo que hacer el paseíllo por la Asamblea de Madrid hasta llegar a la sala de la comisión en la que le tocaba declarar a cuenta de sus actividades en la Universidad Complutense.
Eso sí, la llegada de la esposa del presidente del Gobierno socialcomunista se retrasó varios minutos. Todo, a buen seguro, tratando de buscar la entrada más recóndita para evitar que fuese fotografiada con normalidad.
Dicho en plata, que varios socialistas quisieron hacer una especie de ‘nube’ para que su rostro no pudiese ser fotografiado hasta que se sentase en la silla de los comparecientes en la comisión de investigación.
De hecho, los exteriores de la Asamblea de Madrid estuvieron tomados por varios furgones y varias de decenas de efectivos de la Policía Nacional.
Expectación máxima en la Asamblea ante la entrada de Begoña Gómez pic.twitter.com/4hcb7mHEjq
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Begoña, ya estamos aquí. pic.twitter.com/EVNeYrrIks
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Ya llegan… 👀 pic.twitter.com/BH1JDgNvxV
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La diputada Mercedes Zarzalejos (PP) fue a saco desde el primer momento:
¿Cómo ejerció de profesora universitaria sin serlo? ¿Cómo dio un doctorado que no podría haber ni cursado? ¿Cómo usó su papel de mujer del presidente del Gobierno?
La mujer del presidente del Ejecutivo quiso esgrimir su formación académica:
Desde hace 25 años en consultoría y docencia. Hace ya 12 años que empecé a colaborar con la Complutense y se amplía en 2020 con una cátedra no remunerada habitual en las universidades públicas.
Y acto seguido anunció que no respondería a las preguntas:
Asesorada por mi letrado, me acojo a mi derecho a no responder a sus preguntas. La verdad pondrá las cosas en su sitio.
El chorreo del Partido Popular
Zarzalejos siguió con su interrogatorio:
Señora Gómez, esto es sencillo, queremos saber:
➡ Cómo ejerció de profesor universitario sin serlo
➡ Cómo dirigió una cátedra sin titulación
➡ Cómo dirigió másteres que no podía ni cursar
➡ Cómo financió su cátedra
➡ Si utilizó su posición como mujer del presidente pic.twitter.com/ewoz9WFxeD— PP Asamblea de Madrid (@PPAsamblea) November 13, 2024
Señora Gómez, esto es sencillo. La hemos traído aquí porque queremos saber cómo ejerció de profesora universitaria sin serlo, cómo consiguió ser la directora de una cátedra sin titulación ni méritos para ello, cómo logró dirigir unos másters de los que ni tan siquiera podría haber sido alumna, cómo consiguió financiar una cátedra de nueva creación con unos fondos muy superiores al del resto de las cátedras extraordinarias de la Universidad Complutense, por qué parece ser que se apropió de un software financiado con el dinero de todos los madrileños y, en definitiva, por qué abusó de su condición de esposa del presidente del Gobierno para fabricarse una carrera profesional que hasta entonces nunca había tenido. También, por cierto, nos gustaría que nos informara si el asesor que la acompaña lo paga usted. ¿O lo pagamos todos los españoles?
Mire, han sido muchas las informaciones que se han difundido en los últimos meses y que apuntan a usted como autora de determinadas conductas, cuanto menos bochornosas, pero en algunos casos incluso presuntamente delictivas, y por eso está usted siendo investigada en una causa penal en el juzgado número 41 de Madrid. Pero lejos de inmiscuirnos en esa causa penal, lo que queremos saber aquí son las circunstancias, cuáles fueron esas circunstancias en las que se han producido determinadas decisiones que han afectado a la gestión económica y académica de esa cátedra y también a la imagen reputacional de la Universidad Complutense de Madrid.
Tiene que entender que esta casa, la Asamblea de Madrid, tiene la obligación de fiscalizar los fondos de todos los madrileños y la Universidad Complutense, al igual que el resto de universidades, y que las universidades públicas reciben una dotación de los presupuestos generales de la Comunidad de Madrid.
Una vez acabado el turno del PP y antes de dar paso a VOX, el PSOE pidió acabar con la comisión debido a que la compareciente ya se había negado a declarar asesorada por su abogado, pero la presidenta lo rechazó y dio el turno de preguntas al partido de Santiago Abascal ante las quejas de los socialistas.
