¡Menos mal que es doctor en Economía!
Porque eso es lo que está escrito en su currículum.
Lo cierto es que Pedro Sánchez montó un incendio colosal a lo largo de sus más de 90 minutos correspondientes a su primera intervención en el pleno del Congreso de los Diputados.
El líder del PSOE protagonizó un momento que quedará para la posteridad lingüística española durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. En medio de una intervención de hora y media sobre el aumento del gasto en Defensa y el reciente apagón eléctrico que afectó a toda España, al presidente se le «atravesaron los números» provocando un lapsus que desató las risas de los diputados presentes.
Todo ocurrió cuando Sánchez, en referencia a las misiones de paz de la ONU, intentó destacar la posición de España en el ranking mundial: «Somos el séptimo contribuyente en número de efectivos y el onceavo del mundo en número de recursos destinados». La utilización del término fraccionario «onceavo» en lugar del ordinal correcto «undécimo» provocó inmediatamente comentarios y risas en el hemiciclo.
El tropiezo numérico que se hizo viral
Consciente de su error, pero sin acertar con la corrección adecuada, Sánchez intentó rectificar: «El número 11, perdón…», continuó, visiblemente incómodo tras el desliz. Sin embargo, lejos de solucionar la situación, el presidente siguió sin encontrar el término apropiado y volvió a refugiarse en la misma solución: «Segundo, en relación con la OTAN somos el… sí, el número 11 también en contribución de número de efectivos».
La confusión entre números ordinales y fraccionarios no pasó desapercibida para la oposición. Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, no tardó en ironizar sobre el error durante su turno de réplica: «No sabe la diferencia entre onceavo y decimoprimero, señor doctor en Economía», espetó al presidente, añadiendo así un toque de sarcasmo al referirse a la titulación académica de Sánchez.
El momento se viralizó rápidamente en redes sociales y medios digitales, donde numerosos usuarios compartieron el vídeo del lapsus presidencial acompañado de comentarios jocosos.
En el Congreso ahora se dice «onceavo» y antes te hablaba un premio Nobel. Pequeñas diferencias.
— Alfonso Reyes (@alfreyes14) May 7, 2025
Pedro, el «onceavo» pasajero https://t.co/i8ad4dQMYx pic.twitter.com/4sQZIEZexI
— Mr.V🖤 (@antonio_vgc) May 7, 2025
Onceavo.
A domani pic.twitter.com/nrBeNWX3Hl
— Regina María del Rosario de Fátima (@digitalistuit) May 7, 2025
Por favor @RAEinforma decirle a este sujeto @sanchezcastejon que NO existe “onceavo” hasta un niño de primaria lo sabe! https://t.co/NDNAl5TjpJ
— ALWAYS look at the right side of life (@PAZEUGENIA) May 7, 2025
Que alguien le enseñe a este calamidad el significado de onceavo, undécimo y decimoprimero. pic.twitter.com/B1dbqWnKFi
— Cava y Rosas (@ATM43757756) May 7, 2025
Una comparecencia marcada por la tensión
El error gramatical de Sánchez se produjo en el marco de una comparecencia especialmente tensa, en la que el presidente debía dar explicaciones sobre dos asuntos de gran relevancia: el plan de aumento del gasto en Defensa y las causas del apagón eléctrico que afectó a toda España la semana anterior.
Durante su intervención, que se extendió por más de 90 minutos, Sánchez no logró ofrecer detalles concretos sobre ninguno de los dos temas, lo que provocó duras críticas por parte de la oposición. Feijóo le reprochó haber «dedicado más tiempo en descalificarme a mí que en detallar el plan de Defensa» y señaló que, de los diez ministros presentes durante la comparecencia, «siete estaban con el móvil».
La sesión se desarrolló en un clima de confrontación, con constantes interrupciones y reproches cruzados. La presidenta de la Cámara, Francina Armengol, llegó incluso a cortar el micrófono a Feijóo por superar el tiempo establecido «en apenas unos segundos», lo que aumentó aún más la tensión.
El apagón: la sombra que persigue al Gobierno
El error lingüístico de Sánchez se produjo en un momento especialmente delicado para el Gobierno, que sigue bajo el escrutinio público por la gestión del apagón eléctrico sin precedentes que afectó a toda España el pasado 28 de abril.
Durante su comparecencia, el presidente prometió «llegar al fondo del asunto» en la investigación de las causas del apagón y exigir «responsabilidades a quien corresponda». También se comprometió a hacer público «todo lo que se descubra», aunque advirtió que «llevará tiempo» debido a la enorme cantidad de datos recibidos.
La oposición, sin embargo, no se mostró satisfecha con estas explicaciones. Feijóo acusó al Gobierno de haber «fallado en la previsión, en la reacción, en la transparencia» y aun así «felicitarse». También le reprochó que utilizara las empresas públicas para colocar a personas afines pero las calificara como «operadoras privadas» cuando surgían problemas.
Un presidente a la defensiva
La intervención de Sánchez estuvo marcada por un tono defensivo y por los ataques a la oposición. El presidente acusó a Vox de ser «antieuropeísta, xenófobo y machista» y de actuar como «una terminal, una franquicia de la internacional ultraderechista».
También intentó desvincular el apagón del debate sobre la energía nuclear, afirmando que «vincular este apagón al debate de las nucleares no es solo irresponsable; es también una gigantesca manipulación». Sin embargo, estas declaraciones contrastan con las realizadas por él mismo y por miembros de su Gobierno en días anteriores, cuando afirmaron que «en España no hay uranio y tendremos que importarlo» como argumento antinuclear.
Un historial de comunicación cuestionable
El patinazo lingüístico de Sánchez se suma a una serie de críticas sobre su estilo comunicativo. Según la doctora en Comunicación Estratégica e Imagen Pública, Imelda Rodríguez Escanciano, el presidente suele caer en la «altisonancia y solemnidad», sin aportar mensajes claros ni tranquilizadores.
Esta experta define el estilo de Sánchez como «engolamiento», es decir, transmitir información «con una pompa innecesaria que solo entorpece la claridad y la tranquilidad social». Un ejemplo de ello sería la frase «No descartamos ninguna hipótesis», repetida durante la crisis del apagón, que según Rodríguez Escanciano «básicamente, no dice nada».
La gestión comunicativa del apagón también fue duramente criticada por la tardanza del presidente en dirigirse a los ciudadanos: seis horas la primera vez, diez la segunda y veintidós la tercera. En ninguna de estas comparecencias ofreció información relevante sobre las causas del incidente.
El «número 11» que no se olvida
El lapsus de Pedro Sánchez con los números ordinales quedará como una anécdota más en la historia parlamentaria española, pero refleja las tensiones de un momento político marcado por crisis energéticas, debates sobre defensa y una polarización cada vez mayor entre gobierno y oposición.
Mientras tanto, los españoles siguen esperando explicaciones claras sobre el apagón del 28 de abril, un incidente sin precedentes que, como señaló un medio, «nadie en vida recuerda que algo así haya sucedido nunca, en todo el territorio nacional».
Curiosidades numéricas: En español, los números ordinales como «undécimo» (11º) se utilizan para indicar posición o lugar en una serie, mientras que los fraccionarios como «onceavo» (1/11) indican una parte de un todo. La confusión entre ambos es bastante común en el habla cotidiana, pero resulta llamativa en un discurso oficial. Según lingüistas, este tipo de errores se producen con mayor frecuencia en situaciones de estrés o cansancio mental, especialmente tras intervenciones prolongadas como la de Sánchez, que se extendió durante más de 90 minutos antes del desliz.