El caso Gürtel pone en evidencia que la motivación era el lucro de personas que utilizaban al PP para enriquecerse
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Se ha levantado el secreto del caso Gürtel y hay en él infinidad de miserias, descifrables según convenga. La lectura del sumario ofrece un retrato devastador de los protagonistas de esta trama, organizada por buscavidas sin escrúpulos como Francisco Correa -alias «Don Vito«- y su amigo El Bigotes.
Ambos corrompieron a significados dirigentes del PP, que aceptaron lujosos regalos, dinero o favores a cambio de contratos del partido y de fuera del partido.
ESPERANDO A MARIANO RAJOY
Que gentuza de esa calaña -y esa verborrea soez- haya tenido tanto acceso a políticos, electos o no, pero de responsabilidad, resulta desolador.
Y estupefaciente resulta que ante esta avalancha de información -falsa, manipulada o no, pero parte de un sumario-, Mariano Rajoy ayer no creyera oportuno más que soltarnos obviedades sobre Garoña que los únicos que niegan son los ideólogos del zapaterismo del «ecocamping».
No vamos a pasar por alto todo lo que es la oportunidad de esta apertura parcial del sumario.
Ni la forma en que estas revelaciones parciales dejan al Gobierno dos tercios de sumario a su disposición para seguir utilizándolo de abrevadero dosificador de sus intrépidos motoristas-periodistas. Para cuando convenga.
GRABACIONES ESPERPÉNTICAS
Algunas de las grabaciones que constan en el sumario rozarían lo esperpéntico si no fuera por el trasfondo de corrupción por el que aparecen atrapados personajes como Bárcenas, Sepúlveda, López Viejo, Ricardo Costa y otros. Aparece, aunque de refilón, hasta Alejandro Agag, el yerno del ex presidente Aznar.
Todo hay que ponerlo en condicional, pero reculta evidente que gente relevante del PP ha tratado en demasía con rufianes.
Jesús Sepúlveda, por ejemplo, habría llegado a cobrar un estipendio mensual de Correa mientras era uno de los responsables de la organización del partido.
El propio Correa habría transferido un Suzuki que figuraba a nombre de su mujer a Ana Mato, entonces esposa de Sepúlveda.
Bárcenas habría recibido maletines de dinero de contratos de Fomento, mientras Ricardo Costa se habría conformado con caros regalos.
LA ETICA, LA ESTÉTICA Y LOS CARADURAS
La conducta atribuida a todas estas personas es absolutamente contraria no ya sólo a los más elementales principios de la ética, sino al simple decoro. Quedan como verdaderos horteras.
Es evidente que se trata de comportamientos minoritarios, que no se pueden hacer extensivos ni a los militantes ni a la dirección del PP. También que se ha aplicado a esta trama un celo investigador que brilla por su ausencia en el «Chivatazo a ETA del Faisán» o en el «Escándalo de Estepona«.
También que ni siquiera se ha respetado la confidencialidad de la relación entre el abogado y su cliente, pero da igual.
Mariano Rajoy tiene que actuar de forma implacable, apartando a todas las personas que están causando un profundo daño a la imagen del partido.
Las nuevas revelaciones afectan a Ana Mato, que deberá explicar por qué aceptó ese vehículo después de que Correa regalara un Jaguar a su entonces marido, que trabajaba para Don Vito dentro del partido.
ESPERANZA MANO DE HIERRO
El caso Gürtel pone en evidencia que la motivación era el lucro de personas que utilizaban al PP para enriquecerse.
Esperanza Aguirre, que destituyó a López Viejo y obligó a dimitir a varios alcaldes, se apresta a echar del Grupo Parlamentario popular en la Asamblea de Madrid a los tres diputados autonómicos pringados.
Rajoy prescindió de los servicios de Bárcenas, pero no es bastante.
Mientras gente como Ricardo Costa, perceptor de regalos carísimos siga en el entorno del presidente Camps, el asunto seguirá oliendo y muy mal.
No hace falta ser un delincuente para ser indigno de ocupar un cargo en el PP o formar parte de sus candidaturas.