Hay un camino muy largo que recorrer para pactar con el PSC y CIU
De los errores se aprende. Es una máxima de la supervivencia. En el Partido Popular reconocen que ha habido problemas y se han dado cuenta de que «por encima de personalismos hay un programa común». Hacía tiempo que los populares no eran una sola voz. Hablando con Alicia Sánchez-Camacho se comprueba que parece que han aprendido la lección después de, como ella misma reconoce, haber tocado fondo.
«El Comité Ejecutivo Nacional (celebrado a principios de noviembre) supuso un antes y un después. Allí se dejó claro que nos debemos a los españoles que esperan mucho de nosotros. Ha sido necesario imponer la autoridad firmemente y tomar decisiones que han arreglado las cosas».
MÁS COMPROMISO EN CATALUÑA
Que la última gran convención del Partido Popular se haya celebrado en Barcelona «no es casualidad». Alicia Sánchez-Camacho cuenta que, en realidad, es el resultado de un trabajo hecho desde el PP de Cataluña.
«Le he pedido a Rajoy un compromiso mucho mayor con Cataluña. Y ese compromiso y aquella convención se reflejan en el compromiso del Partido Popular en que Cataluña sea una prioridad en España».
El reto de Sánchez-Camacho es romper «el techo de cristal» que impide que su partido se convierta en una opción de Gobierno en Cataluña. Al menos, ser la llave de la gobernabilidad.
«(Si se «rompe» esa barrera casi psicológica), el PP está dispuesto a hablar con el PSC y con CiU. Hablar no es llegar a pactos. Hay un camino muy largo que recorrer en ese sentido. De hecho, a día de hoy no pactaríamos con ninguno de los dos porque no renunciaremos a una Cataluña libre sin que tenga que ser nacionalista.»