Leguina cree que Zapatero debió frenar el debate sobre el franquismo y la asistencia socialistas a la marcha

El ex diputado socialista y ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina considera que no «no se puede atribuir» al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el haber «incitado» un clima de tensión en torno al franquismo por el juicio al juez Baltasar Garzón, pero sí que Zapatero debió haber actuado para frenarlo.

En declaraciones a Telemadrid recogidas por Europa Press, Leguina criticó «la poca contundencia» mostrada por el Gobierno. «Si (Zapatero) hubiera hablado, como he hecho yo, eso se hubiera cortado. Por lo menos, no hubiéramos visto a algunos diputados del PSOE manifestarse el sábado en la Puerta del Sol», argumentó.

Leguina criticó la asistencia de cargos del PSOE y del Gobierno a manifestaciones en favor de Garzón y sus últimas alusiones al franquismo ya que, según consideró, «no es responsable de gente que tiene que tener información suficiente subirse a carros que pasan por ahí».

A BLANCO «PARECE QUE LE SOBRE EL TIEMPO»

«Lo que ocurre es que parece que hay algunos a los que les sobra el tiempo», dijo en referencia al ministro de Fomento, José Blanco, «que debe tener bastante trabajo y que se dedica todo el día a meterse en estos tinglados diciendo que la Falange sienta en el banquillo al juez».

Leguina cree que no se puede olvidar que la Falange es hoy un «partido minúsculo», pero que de esa tesis deviene ese «otro mensaje» que dicta que «la derecha española es heredera y añorante del franquismo», lo cual viene a significar que «la mitad de los españoles votan al franquismo».

«Electoralmente puede ser eficaz, no lo sé, pero es miserable y es mentira», aseguró. Leguina dijo que le «repugnan» el maniqueísmo que «visten» y «el sectarismo que exhiben» hoy los socialistas.

Respecto al posible resurgir del «espíritu guerracivilista», Leguina explicó que «cuando el futuro no tiene demasiado atractivo y la gente no lo ve claro, se tiende a intentar arreglar el pasado». En este sentido, manifestó su creencia de que «el pasado no tiene arreglo», al tiempo que defendió que «para que haya una reconciliación nacional hay que borrarlo todo», tanto los muertos de un lado como los del otro.

«Lo único que tiene arreglo, y da un poco de vergüenza, es que hay todavía mucha gente enterrada en las cunetas y en los campos, y los deudos tienen todo el derecho a sacarlos de ahí y enterrarlos directamente», indicó antes de añadir que, para ello, no hacen falta más leyes, sino «cumplir» las que hay, en referencia a «la Ley de Enterramientos». Si se discute «de cosas imposibles, de si son prescriptibles los delitos de lesa humanidad», se volvería a «la barbarie directamente» porque «esa norma es penal y no puede tener carácter retroactivo»

CUESTIONA EL VALOR POLITICO DE LOS ARTISTAS

Preguntado por la adhesión de varios colectivos de intelectuales, artistas y sindicatos de trabajadores a la corriente de apoyo a Garzón, Leguina delimitó que de los primeros «se espera razonamiento, mesura, moderación y una llamada al sentido común» y no «el desmadre», y cuestionó «qué valor político» pueden tener Pilar Bardem, Alberto San Juan o Almudena Grandes. «¿Vale más su mensaje que el de una persona que pasa por la calle o es que ellos han estudiado ciencia política en Harvard?», espetó.

En la misma línea valoró la acción de los sindicatos y su apoyo al acto, organizado en la Universidad Complutense, en favor del magistrado de la Audiencia, sobre el que aseguró que no le gustó «nada». A este respecto, afirmó que, como integrante de uno de los sindicatos, nadie le pidió «permiso» y que, desde luego, este tipo de actos no se realizará en su nombre.

No obstante, aunque indicó que los sindicatos no han liderado estos actos y no se debe «echar ahora sobre ellos una responsabilidad que no tienen», sí aseguró que, ante la posible reclamación de un trato justo a Garzón en la manifestación convocada el próximo 1 de mayo, su decisión será no acudir.

«ME TENDRIAN QUE DEMOSTRAR QUE BONO NO ES HONRADO»

Por otro lado, preguntado por la reciente polémica que ha envuelto los bienes del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el ex diputado defendió que «es una persona honrada» y negó que haya dado la callada por respuesta. «Ha hecho una exposición de sus bienes y de dónde los ha obtenido. Para mí Bono es una persona honrada y tendrían que demostrar que no lo es», expresó.

En otro sentido, Leguina consideró que convocar elecciones anticipadas sólo sería un ejercicio de responsabilidad «si realmente las elecciones» trajesen «grandes decisiones», pero el PSOE «tiene todo el derecho a alargar la legislatura hasta el límite si lo desea y, claro, en esta situación cualquier Gobierno tiende a eso».

Asimismo, dudó de la conveniencia de que el PP presente una moción de censura, sobre todo «si sabes que va a fracasar». «España lo que necesita es tomar algunas decisiones que ya están planteadas en el Plan de Estabilización. Hay que tomar el toro por los cuernos», opinó.

«Tengo la sensación de que muchos políticos españoles, no sólo los que gobiernan, creen que las palabras son mágicas, que van a decir ‘ábrete sésamo’, se va a abrir la cueva y va a salir una millonada. La política tiene que ver más con la realidad que con la propaganda», advirtió.

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