Ha llegado la hora de darle el tijeretazo a las CCAA comenzando por Cataluña que va en cabeza de la deuda
César Vidal titula su columna de este lunes en La Razón, 6.500 euros, donde explica que la comparecencia del presidente de la Generalidad de Cataluña, José Montilla, en el Senado costará a los contribuyentes seis mil quinientos euros tan sólo en gasto de traductores a las lenguas que tienen carácter co-oficial en algunas regiones españolas.
Conocido el derroche que llevamos arrastrando desde hace décadas, seguramente algunos pensarán que los 6.500 euros son el envoltorio del chocolate del loro y, en términos reales, no les faltaría razón.
Sin embargo, representan un símbolo más que adecuado de cómo los nacionalismos están llevando a España a la ruina y con ella a la Unión Europea.
Cuando los más débiles -pensionistas, enfermos, dependientes y funcionarios- van a pagar de manera especial la crisis, el Senado tira al sumidero el dinero de los contribuyentes tan sólo para intentar compensar los complejos históricos de los nacionalistas.
Josep Lluis recibió a cambio de un millón de euros o al coste de promocionar el catalán en el extranjero que es la causa de que la Ley de Dependencia no se aplique en Cataluña porque cuesta exactamente lo mismo y, puestos a elegir, los nacionalistas han preferido abrir un casal en Nueva Gales del Sur a emplear ese dinero en atender a los minusválidos del Ampurdán.
Ha llegado la hora de darle el tijeretazo a las CCAA comenzando por Cataluña que va en cabeza de la deuda, siguiendo por los conciertos vascos y navarro que establecen un sistema fiscal desigual e injusto, prosiguiendo por ese sumidero de dinero público que es el régimen socialista de Andalucía y así hasta qué se equilibren las cuentas que han ido arruinando España.
Seamos racionales antes de que sea demasiado tarde por culpa de ZP y de los nacionalistas.