El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha anunciado que su partido «apostará por una Justicia rápida, ágil e independiente. Por dos razones, porque eso es una garantía de los derechos y libertades de los ciudadanos y también un factor de competitividad internacional de primer orden».
Rajoy, que ha clausurado en Córdoba el Foro Institucional del PP, aclaró que «es muy importante, desde un punto de vista económico, que haya un buen funcionamiento de la Justicia», por el que hay que apostar, según destacó, «aún en momentos de dificultades económicas y en los que habrá que reducir mucho el déficit y controlar euro a euro en que gastamos nuestro dinero».
En este sentido, opinó que la Justicia necesita «reforzar sus medios y despolitizar, todo lo que se pueda, la composición de órganos como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o el Tribunal Constitucional (TC)», ya que «un país serio no se puede permitir que cada vez que se alude a un miembro de la carrera judicial o al titular de cualquier órgano constitucional u organismo regulador, antes que a su trayectoria profesional y a sus méritos, se haga mención a su supuesta adscripción ideológica».
De igual forma, según el planteamiento del líder nacional del PP, habrá que «debatir en los próximos meses sobre si es bueno que alguien vaya de la política a un juzgado y de un juzgado a la política».
ESTADO DE DERECHO
Por otro lado y en referencia a los temas tratados entre ayer y hoy en el citado Foro Institucional del PP, Rajoy defendió el modelo del Estado de las Autonomías, desde la premisa que no cuestiona «la unidad de la nación española, «la más vieja de Europa», y de que no se debe conculcar el principio de la igualdad de derechos y deberes de todos los españoles, vivan donde vivan, teniendo en cuenta que «España es un Estado de Derecho».
A este respecto, Rajoy señaló que «España es una democracia en la que el Gobierno responde a la voluntad popular, pero en una democracia, tanto la voluntad popular, como la acción de gobierno, se ejercen dentro de la Constitución, dentro de la Ley y conforme a las reglas de juego que nos hemos dado. Por tanto, el respeto a la Ley, a la Constitución y al papel de todas y cada una de las instituciones con las que nos hemos dotado es esencial, y no hay expresión de la voluntad popular que pueda prevalecer contra la Ley y las instituciones, pues éstas son las que garantizan las libertades y los derechos de todos».
En consecuencia y partiendo de la base de que hay que «tomarse muy en serio la Ley, las instituciones y la seguridad jurídica», Rajoy afirmó que «todas formas de presión sobre la labor de instituciones básicas, ya sea el Tribunal Constitucional o el Tribunal Supremo, además de gravemente irresponsables e injustas, perjudican el buen funcionamiento de nuestra democracia».
Así, aún sabiendo «que todas las instituciones son mejorables y que la Justicia tiene mucho que mejorar» y, de hecho, será una «prioridad» en el programa electoral del PP, en cualquier caso «hay que respetar la capacidad de acción de cada institución en su ámbito de competencia, sin presiones, sin juicios paralelos y sin pretender condicionar sus resoluciones», ya que «el poder judicial no puede actuar bajo presión».
