El presidente del PP de Alava, Alfonso Alonso, ha afirmado, tras la renuncia de Gregorio Rojo como presidente de la Vital, que la caja no merece como máximo responsable a una persona «no sabe leer un balance». Además, acusó al secretario general del PSE-EE de Alava, Txarli Prieto, de ser «rehén» de los acuerdos con el PNV.
De esta manera, se ha referido a la situación creada en la caja, después de que Gregorio Rojo dimitiese de su cargo, tras conocer la sentencia de la Audiencia Provincial de Alava que ratificaba la nulidad de su nombramiento, al entender que había excedido el tiempo máximo de permanencia en cargos directivos de la entidad previsto en los estatutos.
A juicio de Alonso, Rojo no se va voluntariamente, sino «forzado» por las circunstancias». «El nunca debió presentarse a la reelección a la presidencia de la Caja Vital porque incumplía la ley, pero pretendió estar por encima de la ley y con el apoyo del PNV. Al final se ha hecho Justicia y Rojo ha tenido que salir» ha añadido.
Alonso ha indicado que dicha posición era «indefendible» y ha calificado de «escandalosa» los 300.000 euros que han costado su defensa. En este sentido, ha señalado que «ya que tanto invoca Rojo el pacto PNV-PSE, que lo invoque también para pagar la minuta de lo que ha costado su defensa».
Sobre el futuro presidente, ha manifestado que no se puede elegir como presidente «a un tipo que no sabe leer un balance y sin ninguna capacidad de consenso, independencia o profesionalidad». A su juicio, es «algo insólito y muy grave» y la caja «no se merece eso».
«La situación es tan escandalosa que la presidencia se pretende decidir en el comité ejecutivo de un partido. Al final, va ser una persona de la casa, un funcionario del partido sin ninguna formación económica. De los candidatos que vengo oyendo hablar, uno ha estudiado magisterio, otro periodismo. Ninguno tiene trayectoria en el mundo económico. Es un ultraje al conjunto de los alaveses» ha señalado.
«REHEN»
Alonso cree que Txarli Prieto es «absolutamente rehén de sus acuerdos con el PNV y de sus intereses de partido» y no tiene «ninguna voluntad» de incorporar en el diálogo al PP.
En todo caso, ha adelantado que su partido agotará las vías judiciales para que se ejecute la sentencia y, en este sentido, ha precisado que, «siendo invalidada» la candidatura de Gregorio Rojo y Afredo de Miguel, «se debe proclamar la candidatura válida que quedó en segundo lugar en aquella asamblea, que es la que presentó Vital Sí».
Alonso ha manifestado que así lo van a proponer, además de reclamar que se busque un candidato para presidir la caja que sea «un profesional con prestigio, formación económica y una trayectoria».
En relación al hecho de que se haya nombrado al presidente del ABB del PNV, Iñaki Gerenabarrena, como presidente en funciones «es un escándalo y una afrenta a los alaveses».
Por otra parte, preguntado por las posibles repercusiones de las diferencias con el PSE de Alava en el pacto entre PP y los socialistas vascos, ha asegurado que tienen una relación «correcta y positiva» con el PSE en el País Vasco y el pacto «no está en riesgo».
«La anomalía en el País Vasco se llama Alava, donde se dan unos acuerdos que responden a camarillas provinciales de unos partidos que están en franca decadencia», ha indicado.
En concreto, Alonso ha señalado que el PNV tiene «muchos problemas internos» por la imputación de varios miembros de su partido en el presunto caso de corrupción de Alava, además de con «disensiones internas» para elegir un candidato para la Alcaldía de Vitoria. «Está en un proceso de crisis y descomposición», ha manifestado.
En relación al PSE alavés, cree que carece de un discurso político y no sigue el que marca Patxi López. «El PNV y el PSE en Alava están absolutamente fuera de juego y deberían afrontar una renovación de su discurso y de sus cargos», ha indicado.
