El profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Antonio-Luis Martínez-Pujalte, ha abogado en declaraciones a Europa Press, por modificar el modo de elección del alcalde en los ayuntamientos, de manera que se haga directamente por los ciudadanos y no por los concejales ya que, a su juicio, eso evitaría muchas situaciones de corrupción y transfuguismo.
Martínez-Pujalte ha publicado recientemente el libro ‘Los sistemas electorales españoles: evaluación y propuestas de reforma’, una investigación de dos años encargada por la Fundación Ciudadanía y Valores en la que lleva a cabo un detenido análisis de los sistemas electorales empleados en las diversas convocatorias electorales de carácter nacional –Congreso de los Diputados, Senado, Parlamento Europeo y elecciones locales–, formulando propuestas concretas para su posible revisión.
Además, ha recordado que en los últimos años en España se han dado situaciones «de mociones de censura ligadas al transfuguismo, que normalmente tienen en su base también en fenómenos o causas relacionados con la corrupción». A su juicio, un remedio para acabar con la corrupción sería establecer la elección directa del alcalde por los ciudadanos y que se sepa quien es el alcalde la noche de las elecciones y para cuatro años.
A su juicio, hay «un gran desconocimiento» entre la población de la realidad de los sistemas electorales ya que «se ataca siempre la fórmula D’Hont, cuando no es lo más importante», sino que lo fundamental es la existencia de 50 circunscripciones, algunas de ellas muy pequeñas y el mecanismo de reparto de escaños que otorga al menos dos para cada una.
En este sentido, ha explicado que el voto de un ciudadano de Soria «pesa cuatro veces más que el de uno de Madrid», por lo que están «sobrerrepresentadas las regiones pequeñas debido al sistema de asignación de escaños por circunscripciones».
VENTAJA A LOS NACIONALISTAS
Ha añadido que «otra gran distorsión», que es consecuencia también de que «haya muchas circunscripciones y muchas de ellas muy pequeñas» es que el sistema «castiga muy fuertemente» a los partidos de ámbito nacional situados a partir de la tercera posición, y otorga como consecuencia una cierta posición de ventaja a los partidos con el voto concentrado, que son regionalistas o nacionalistas.
Así, ha recalcado que desde el inicio de la democracia española, los sistemas electorales «no han variado», incluso «desde antes de la Constitución, con el decreto ley que reguló las elecciones en el año 77».
«Lo que sí que se advierte es una tendencia a la concentración del voto en los principales partidos, lo cual se refleja, por ejemplo, en que desde hace ya algunos años, desde el 2000 con toda claridad, los dos principales partidos superan el 75 por ciento de los votos, los más pequeños llegaron al siete por ciento en las primeras convocatorias, mientras que en las últimas están por debajo del tres o cuatro por ciento. Y luego, se mantiene el fuerte apoyo a los partidos de ámbito territorial, porque son a los que el sistema electoral en el Congreso otorga una posición de ventaja», ha destacado.
Sobre la supuesta trama de corrupción en Alicante ha señalado que «en realidad, de momento lo único que se sabe es un espectáculo mediático» porque no hay ninguna imputación, «como se ha enfatizado desde el Tribunal Superior de Justicia» de la Comunidad.
