La líder de UPyD, Rosa Díez, considera «intolerable» el acercamiento «opaco» de presos de ETA al País Vasco que está llevando a cabo el Ministerio del Interior y ha pedido al Gobierno que informe de este proceso a todos los partidos y no sólo al PP.
En una entrevista con Efe, Rosa Díez señala que «lo propio» es que estas medidas penitenciarias se adopten desde el ámbito judicial «y no político».
A Rosa Díez, que ha estado amenazada por ETA y recibió un paquete bomba en 1997 cuando era consejera de Comercio de Euskadi, aunque no llegó a estallar, también le desagrada e «intranquiliza» que el Gobierno «siga mostrándose orgulloso» del proceso de paz que se abrió con la banda en 2006.
Por ello, advierte de que su partido permanecerá «extremadamente vigilante» para que esa vía continúe efectivamente cerrada, tal como ha asegurado el Ejecutivo.
Otra cuestión que le preocupa y que ha convertido en casi una cruzada particular son los nacionalismos y la capacidad que, a su juicio, se les está dando para condicionar la política «de todos» cuando por encima de los derechos de los ciudadanos no se puede colocar nada, tampoco los «sentimientos» nacionalistas, que deben quedar exclusivamente en el ámbito privado y personal, dice.
Y así no entiende que el nacionalismo se haya podido disparar en Cataluña tras la sentencia del Estatut, como algunas fuerzas han apreciado, ya que, a su juicio, la gente debe entender que las leyes hay que utilizarlas para garantizar los mismos derechos para todos, «y eso tiene que estar por encima de cualquier otra consideración».
Precisamente, Cataluña será este otoño la próxima batalla electoral que afronte UPyD, una cita difícil, reconoce, pero en la que su partido luchará para hacerse con los votos de la «enorme» bolsa de abstención que tienen el PSC y el PP, unos 400.000 electores, según las cifras que maneja.
Son votantes desencantados, pero no por estar desmotivados, opina Díez, sino porque han visto la «inutilidad» de los dos grandes partidos nacionales.
Lo que pretende UPyD es convencerles de la necesidad de apostar por una fuerza no esclavizada a intereses nacionalistas que defienda «sin ningún complejo» su posicionamiento, ya sea en Cataluña, el País Vasco o en las Cortes.
Sólo el hecho de entrar en el Parlament sería un «buen resultado» para ella, y aunque admite que no será fácil, tampoco lo cree imposible.
Rosa Díez se siente fuerte para afrontar las próximas citas electorales porque, además, en la última encuesta del CIS sobre intención de voto UPyD parece que se consolida como quinta fuerza y mejora cinco décimas con respecto al sondeo anterior (un 3,8 por ciento de los sufragios).
No obstante, ella pierde liderazgo en favor de Josep Antoni Duran i Lleida, que le adelanta en el barómetro del 4 de agosto y se posiciona como dirigente más valorado por los españoles, algo que ella atribuye a su «dualidad» política.
Duran i Lleida, afirma, ejerce como «hombre de Estado» de lunes a jueves, cuando asume su función de portavoz de CiU en el Congreso, mientras que de viernes a lunes «se vuelve independentista» y esto le permite captar «la estimación» de unos y otros.
UPyD se presentará en 2011 en las trece comunidades que celebran elecciones y en todos los ayuntamientos mayores de 50.000 habitantes.
En aquellos municipios cuyo censo sea inferior, las agrupaciones electorales que quieran concurrir deberán justificar el por qué y contar con la autorización expresa de la dirección, según Rosa Díez.
Pero en su agenda también figura el curso político que se inicia en septiembre con la aprobación de la ley «estrella» del año, los Presupuestos para 2011, un trámite que despierta un «gran interés» en Rosa Díez, especialmente por el «chalaneo» que hará el PSOE con los nacionalistas para aprobar las cuentas.
Cambalaches que, para ella, se llevan por delante el Estado, que va siendo desmantelando con cada negociación presupuestaria como ya sucedió el año pasado, cuando a cambio de los votos del PNV «se rompió» la igualdad en la política fiscal al aprobarse el blindaje del Concierto Económico vasco, se lamenta.
