El portavoz de IU en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares, denunció este martes que el Gobierno español «no ha sido neutral» en el conflicto del Sahara y que las revelaciones de Wikileaks ponen en evidencia a un Ejecutivo «parcial y promarroquí».
Llamazares aseguró que estas informaciones «no nos han sorprendido» y que en IU ya sospechaban que el Gobierno era partidario de la opción autonómica para el Sahara, rechazando la defensa del derecho de autodeterminación en favor de una autonomía «falsa» que defiende el Ejecutivo marroquí.
IU, adelantó su portavoz, tratará de que las titulares de Exteriores y de Defensa aclaren el contenido de las comunicaciones desveladas por Wikileaks en las comparecencias que tienen pendientes en el Congreso.
El Gobierno español apoyó desde el principio la propuesta de convertir el Sahara Occidental en una autonomía dentro de Marruecos, según unas filtraciones de WikiLeaks publicadas por «El País».
Rabat ha defendido siempre que la solución al conflicto del Sahara pasa por conceder una autonomía a la antigua colonia española, mientras que el Frente Polisario -que se declara representante legal del pueblo saharaui- insiste en la celebración de un referéndum que incluya la independencia entre las opciones.
Según las comunicaciones entre las embajadas de EEUU en Madrid, Rabat y París desveladas por WikiLeaks, en 2006, el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, llegó a proponer en un documento sin membrete que se dejara de hablar de soberanía e independencia y se apostara por «regionalización, autonomía y autogobierno».
«Una solución similar a la que España ha dado a Cataluña» es lo que proponía Moratinos, mientras que los funcionarios españoles coincidían en que la independencia no era realista.
Cuando finalmente, en febrero de 2007, Marruecos presentó su propuesta de autonomía para el Sahara, Moratinos no se mostró satisfecho y pidió más generosidad, según las comunicaciones, que desvelan también que la diplomacia española consideraba que la posición excesivamente pro marroquí de Francia dificultaba una solución.
