El sindicato CGT en AENA ha convocado para este jueves una concentración en en la terminal 2 del aeropuerto de Madrid-Barajas, en contra de la privatización del 49% del ente y la alta temporalidad y por el mantenimiento del empleo y la condición de empleado público.
En un comunicado, CGT explicó que aprovechará la convocatoria para denunciar la declaración del estado de alarma y su prolongación preventiva decidida ayer por el Gobierno, que supone «mantener militarizado al 20% del personal».
Para CGT, la actual prolongación del estado de alarma constituye «una aberración antidemocrática» que «secuestra a todos los trabajadores de AENA ante la movilización unitaria de los trabajadores».
Según apuntó el sindicato, los trabajadores «no pueden ejercer el derecho constitucional a la huelga contra la privatización al no poder participar la totalidad».
A la concentración, que comenzará a las 12.00 horas, se han sumado hasta el momento la Asociación Profesional de Bomberos Aeroportuarios, Izquierda Anticapitalista, Lucha Internacionalista y Des Baix, además de las confederaciones de CGT.
AENA es una empresa pública con más de 12.000 trabajadores, entre los que se incluyen colectivos de apoyo a pasajeros y compañías, personal de mantenimiento, señaleros, bomberos, personal de operaciones y gestión aeroportuaria, además de administrativos, médicos y ATS aeroportuarios, que representan el 80% del personal del ente.
DEFIENDEN LA GESTION PUBLICA.
CGT entiende que para el «buen funcionamiento y seguridad de los aeropuertos éstos deben seguir gestionándose desde lo público». «La privatización supondrá el aumento de las tasas, la reducción de los niveles de seguridad y de la calidad de la atención al pasajero, tal y como lo han demostrado las privatizaciones de otros aeropuertos de Europa», aseguró el sindicato.
«El Gobierno no puede seguir actuando a base de decretos, pasando por encima del derecho a la negociación colectiva y los derechos laborales y sociales, demostrando su desprecio absoluto por las reglas de juego de la democracia y colocando a los trabajadores en situaciones límite, ante una manera de actuar autoritaria, militarista y salvaje», ha concluido.
