La lista al Ayuntamiento ha escenificado la brecha existente en el Partido Socialista de Madrid con un candidato, Jaime Lissavetzky, que ha mostrado su descontento con la propuesta y que, incluso, ha apelado, vía carta, al secretario general, Tomás Gómez, para que se amplíen los plazos con el fin de conseguir el deseado consenso.
Diego Cruz, miembro del Comité Electoral de Tomás Gómez y secretario general del PSOE de Chamberí; la concejala Noelia Martínez y el vicepresidente segundo de la Mesa de la Asamblea, Francisco Cabaco, seguirán a Jaime Lissavetzky y a Ruth Porta en la lista socialista al Ayuntamiento de la capital.
Les acompañarán los concejales Ana de Sande y Pablo García Rojo. A ellos se suman el jefe de campaña de Lissavetzky, Marcos Sanz; los concejales de la capital Carmen Sánchez Carazo, Pedro Zerolo y Gabriel Calles; la secretaria general del PSOE de Centro, Marisa Ybarra; y el secretario general del PSOE de Tetuán, Alberto Mateo.
Completan la lista la vocal vecina en el distrito de Fuencarral-El Pardo Julia Martínez, el secretario general del PSOE de Moratalaz, Luis LLorente; y el concejal Pedro Santín, así como Teo Vidal, la secretaria de Movimientos Sociales del PSOE en Chamberí, María del Mar Espinar; los ediles de la capital Manuel García Hierro y Dolores del Campo, y el secretario general del PSOE de Arganzuela, Jesús Asenjo. Completan la lista el secretario general del PSOE de Latina, Pedro Barrero; Miguel Angel Gómez, Teresa Paredes y Camino Barahona.
Son notables las ausencias de los concejales Oscar Iglesias, Angeles Alvarez, Daniel Viondi, Ramón Silva o Almudena Fernández Cantón, todos ellos defensores de Trinidad Jiménez en las primarias.
Se trata de una candidatura en la que, según fuentes cercanas a Tomás Gómez, el 38 por ciento de los nombres corresponden a personas del bloque de Lissavetzky, un extremo negado por el director de la oficina electoral del candidato, Marcos Sanz, que rebaja este porcentaje ya que considera que contabilizan dentro de este grupo a «gente de la Ejecutiva».
Pero desde el entorno de Lissavetzky han insistido no tanto en los números sino en la «disconformidad global» que siente el candidato hacia la lista. «Es una disconformidad global, es una lista que no satisface al candidato y ellos (en referencia a la directiva del PSM, posicionada a favor de Tomás Gómez en las primarias de octubre) lo sabían», ha declarado Sanz después de confirmar que a las 14.50 horas de este martes se hizo entrega de una carta, firmada por Lissavetzky, en la que el candidato pide más tiempo para elaborar una lista de consenso.
«IMPOSIBLE ALCANZAR UN ACUERDO»
Lissavetzky asegura en la carta que «ha sido imposible alcanzar un acuerdo sobre la candidatura de la ciudad de Madrid» y, a efectos de lo dispuesto en el artículo 72 de la Normativa Reguladora de los Cargos Públicos «no puede someterse a votación ninguna lista que no goce de la conformidad del candidato». Por ello solicita la suspensión de los procedimientos previstos hasta alcanzar el imprescindible acuerdo». También ha elevado esta situación a la Comisión Ejecutiva Federal.
Fuentes socialistas cercanas a Gómez creen que acudir a Ferraz no es más que un vano intento de «conseguir así lo que no consiguieron en las primarias». En el mismo sentido, Diego Cruz ha señalado que el porcentaje dado a Lissavetzky con esta lista es mayor que el que en su momento se concedió a otros candidatos, como a Fernando Morán, siendo secretario general de la FSM el secretario de Estado para el Deporte, o a Miguel Sebastián.
Lo que consta en el acta es que la lista ha sido aprobada por asentimiento unánime y que no se han producido votos en contra. Mención aparte son las abstenciones ya que algún sector de la Ejecutiva aseguraba que sí se habían producido mientras el otro lo negaba en redondo.
Distintas fuentes han asegurado a Europa Press que la decisión adoptada por la presidenta del PSM, Delia Blanco, de aprobar la lista por asentimiento se ha producido después de que varios miembros de la Ejecutiva dijeran que no iban a votar o que se abstendrían. Blanco ha optado por esta decisión ya que, como ha señalado en la reunión, los plazos se agotaban.
De hecho, son cuatro las agrupaciones que esta tarde debían votar la lista: Barajas, Villa de Vallecas, Retiro y Carabanchel. Una vez más se han producido contradicciones entre los distintos sectores del PSM. Varias fuentes aseguraban que tres de las agrupaciones (las primeras) se habían negado a votar respaldando así el contenido de la carta remitida por Lissavetzky y una cuarta, la de Carabanchel, había sido impugnada por la militancia.
Sin embargo, otras fuentes han asegurado que lo legal es convocar a las asambleas, como se ha hecho, según aseguran, y que luego en cada una de ellas la militancia vota a favor o en contra de la lista. Alrededor de las 22 horas el PSM no tenía datos oficiales sobre los resultados. Asimismo, el secretario general de la Agrupación de Carabanchel, Gabriel Calles, ha confirmado a Europa Press que la lista ha sido votada y apoyada por 117 militantes. También se han registrado tres abstenciones y cinco impugnaciones.
El siguiente paso después de la aprobación en las agrupaciones, que se prolongará hasta el jueves, es pasar por la Comisión regional de Listas del 20 de febrero, si los plazos no se modifican en el caso de que Ferraz finalmente intervenga ante el descontento manifestado por Lissavetzky.
