La dirección nacional del Partido Popular ha autorizado a Nuevas Generaciones a celebrar a mediados de abril su congreso nacional, en el que nombrará un nuevo presidente que sustituya a Nacho Uriarte, con el fin de no retrasar más la convocatoria y evitar luchas internas antes de las próximas elecciones generales.
El congreso nacional de Nuevas Generaciones se celebrará los días 15, 16 y 17 de abril en una ciudad todavía por determinar, según explicaron a Servimedia fuentes populares. El último cónclave tuvo lugar en Castilla-La Mancha y a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, le gustaría acoger de nuevo la cita en su comunidad.
Precisamente, Cospedal fue la encargada de confirmar este lunes en público la convocatoria del congreso de Nuevas Generaciones para «mediados de abril», aunque especificó que «todavía no hay un nombre» sobre la mesa para sustituir a Uriarte.
El mandato de tres años del actual presidente de Nuevas Generaciones, Nacho Uriarte, finalizó en septiembre de 2009, pero todavía permanece en el cargo porque la dirección nacional del PP no había dado el visto bueno para la convocatoria de un nuevo congreso en el que relevarle.
EVITAR DIVISIONES INTERNAS
La cúpula del PP no quería que un proceso interno en Nuevas Generaciones levantase ampollas en el partido y mucho menos que enfrentase a unos barones con otros por hacerse con el poder de la organización juvenil.
Sin embargo, ese ha sido precisamente el argumento que han utilizado desde Nuevas Generaciones para convencer a sus mayores de que éste era el mejor momento posible para convocar el congreso, apenas un mes antes de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 22 de mayo.
Según aseguraron a Servimedia las fuentes consultadas, el partido ha asumido que ninguna de las organizaciones territoriales pondrá pegas ni tratará de inmiscuirse en el proceso congresual de los jóvenes populares cuando están volcadas en plena precampaña electoral y se están jugando su propio futuro.
El argumento ha convencido a la dirección nacional del PP, que tras casi dos años de retraso se ha decidido a dar el visto bueno a la celebración del congreso. Del último cónclave interno, en el que Nacho Uriarte fue elegido presidente, todavía se guarda un regular recuerdo en la sede de Génova.
Uriarte era el candidato oficial pero no fue fácil que saliera elegido. De hecho, obtuvo el respaldo del 76% de los compromisarios en una votación en la que, en circunstancias normales, siempre se suele superar el 90% de los apoyos.
Era el modo que algunas organizaciones regionales, como el PP de Madrid, utilizaron para expresar su rechazo a Uriarte, que en aquel momento representaba un apoyo fiel a Mariano Rajoy.
El congreso de Nuevas Generaciones se convocará oficialmente este viernes en una reunión de la Junta Directiva Nacional de esta organización. El encuentro constituirá por sí mismo un hito, ya que hace cerca de dos años que Nacho Uriarte no convoca al máximo órgano de dirección.
El descontento hacia su gestión ha ido creciendo en los últimos meses, hasta el punto de que la cúpula de la plataforma juvenil se encuentra dividida y su actividad está prácticamente paralizada. Esta es otra de las razones para llevar a cabo la renovación, ya que el PP considera que no puede permitirse afrontar una cita con las urnas sin que funcione el aparato juvenil.
El futuro presidente de Nuevas Generaciones no lo tendrá fácil, pues tomará posesión apenas quince días antes del inicio de la campaña electoral para las autonómicas y municipales del próximo mes de mayo. Esto significa que su debut será a lo grande en una tarea que en la sede de Génova se considera nada fácil por la cantidad y la exigencia del trabajo.
