La secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, ha acusado este sábado tanto a FAES como al PP de realizar una «maniobra esperpéntica», escudándose en que la traducción del discurso de Aznar no es correcta, para «falsear la realidad de las ideas» del ex presidente del Gobierno José María Aznar sobre el dirigente libio, Muamar Gadafi.
«No nos queda otra que esperar impacientes a saber si también es un error de traducción cuando afirma que Gadafi es un amigo, o si tampoco está bien traducido que España no va a poder pagar su deuda o que hay que reformar el Estado del bienestar o sus críticas a la ONU», ha manifestado Valenciano.
Así ha contestado la dirigente socialista a la explicación que ha dado FAES esta tarde a las palabras de Aznar en una conferencia en la escuela de negocios de la Universidad de Columbia (Estados Unidos). La fundación que dirige el ex presidente ha afirmado que éste no ve a Gadafi como un amigo, pero que cree que se convirtió en un «amigo extravagante» para toda la comunidad internacional en 2003, cuando decidió cumplir las normas internacionales ante el temor a una intervención en Libia como la que tuvo lugar en Irak.
Valenciano se ha mostrado sorprendida por el silencio del líder de los ‘populares’, Mariano Rajoy, con el que, a su juicio, «ignora las gravísimas palabras de Aznar y se atreve a decir» que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero es un «Gobierno de ‘chirigota'».
«Lo que es de chirigota es tener un líder de la oposición al que le marca el discurso y la estrategia alguien como Aznar. Lo que es de chirigota es que el PP se avergüence públicamente de lo que dice su presidente de honor y traten de corregirle echándole la culpa a su mal manejo del inglés. Lo que es peor que de chirigota es que Rajoy y el PP no tengan propuesta alguna, salvo torpedear el trabajo de la sociedad española para salir de la crisis y para luchar unidos contra el terrorismo», ha subrayado.
Para la secretaria de Relaciones Internacionales de los socialistas, el presidente del PP «debería haber desautorizado ya a Aznar», pero opina que «no lo va a hacer porque es especialista en no hacer nada y por eso acaba convertido en su cómplice».
