Los sondeos dan que conseguirá la mayoría suficiente para echar a José María Barreda de la Junta autonómica, obteniendo entre seis y ocho puntos más que el PSOE
María Dolores de Cospedal tiene por delante una misión de doble consecuencia. Todos los ojos estarán puestos en Castilla- La Mancha el próximo 22 de mayo 2011 para ver si la número dos de Génova ha conseguido arrebatar a los socialistas uno de sus principales feudos.
Si lo logra, Mariano Rajoy podrá decir, sin dudarlo, que la apuesta que hizo en 2008 de renovar la dirección y las baronías del partido (ser ía el tercer gran triunfo tras los éxitos electorales de Alberto Núñez Feijoó y Antonio Basagoiti en 2009) ha dado sus frutos y, además, tendrá en esta victoria un nuevo punto de apoyo para lanzarse hacia La Moncloa.
De momento, las encuestas parecen ir en esta dirección. Los sondeos internos que baraja el PP en esta comunidad insisten en que conseguirá la mayoría suficiente para echar a José María Barreda de la Junta autonómica, obteniendo entre seis y ocho puntos más que el PSOE.
La pelea sigue donde estaba: en las provincias de Guadalajara y de Ciudad Real. Toledo, por la que también quer ían apostar fuerte, parece que se estanca y se les resiste, así que, aunque no dejarán de lado esta provincia, los esfuerzos de Cospedal van a concentrarse en las otras dos regiones.
En Ciudad Real, de momento, sacan una ventaja de tres puntos a los socialistas, según sus propias encuestas, y aseguran en el par t ido regional que los sondeos que maneja Barreda les son igual de favorables.
Pero necesitan afianzar esos votos de más para hacerse con el escaño que podr ía llevarles hasta el Gobierno de la Junta. No saben si el pintoresco caso de espionaje que denunciaron a comienzos de este año en el Ayuntamiento de Ciudad Real les habrá servido para ganar adeptos pero, desde luego, creen que no será a ellos a quien perjudique.
En Guadalajara las cosas parecen más fáciles para la número dos de Génova: podrían superar a Barreda en cerca de 15 puntos y eso podría darles el número de diputados necesarios para que hubiera un cambio en el Ejecutivo autonómico.
La agenda de Cospedal apenas tiene huecos en blanco de aquí al 22 de mayo. No sólo le reclaman en su tierra, sino que tiene que ocuparse también de los asuntos de la sede nacional.
Con tanto ir y venir de un lado a otro es complicado conciliar vida laboral y profesional así que, siempre que puede, afirman en su partido, la secretaria general del PP evita hacer noche fuera para poder pasar un rato con su hijo de cinco años y con su actual marido, el empresario Ignacio López de Haro.
Ella es, sin duda, la apuesta más fuerte de Rajoy para estas elecciones autonómicas. Pero su doble papel como candidata y secretaria general generan cierta inquietud en el partido. El envite que ha hecho su jefe de filas por ella y por Castilla-La Mancha es absoluto, precisamente por lo que supone ser la número dos de Génova. Revolución popular Ella “encabeza” la revolución que el presidente del PP quiere que le lleve hasta La Moncloa, según dijo él mismo el pasado 20 de febrero durante su presentación oficial como candidata.
Por eso, si no lo consigue, el PP no sólo se habrá quedado sin otro Gobierno autonómico sino que quien habrá perdido será la mano derecha del líder de Génova. Y así las cosas, el partido quedará tocado, reconocen en la sede nacional.
Y continúan diciendo que eso servirá para que los socialistas tomen otra vez aire y utilicen esta derrota como arma en las próximas elecciones generales. En consecuencia , tanto si gana como si pierde, las presiones para que deje la Secretaría General están prácticamente aseguradas. Si es la nueva presidenta de Castilla-La Mancha el argumento que utilizarán determinados miembros del comité de dirección será que ya no tiene tiempo para ocuparse del partido como debe, sobre todo en una etapa tan impor tante como los meses previos a la pelea por La Moncloa.
Si pierde, tendrán otro argumento a su favor: no habrá conseguido el objetivo. Pero mientras llega el día, Cospedal no para. Se recorre su comunidad pisando la calle y en ella se ve que el rechazo al PP ya no es el que era en un lugar en el que el PSOE lleva 30 años gobernando.
La dirigente popular, que ya se presentó en 2007, ha apostado esta vez, especialmente, por el voto joven. Ni unos ni otros se han preocupado demasiado hasta el momento de que los menores de 30 se acercaran a las urnas, pero con la tasa de desempleo juvenil por las nubes ahora es un público objetivo claro.
Y pensando precisamente en ellos han desarrollado toda una campaña en las redes sociales, con presencia en Facebook, Twitter y un blog personal. Incluso su imagen en los carteles de campaña, que ofrece un aspecto juvenil, conecta con este sector de la población.