El 79% cree que los indignados tienen razones para protestar y les apoya
El Movimiento 15-M mantiene intacta la simpatía ciudadana, a pesar del aquelare vivido por los diputados autonómicos a la entrada del parlamento catalán, del hostigamiento en la puerta de su domicilio al alcalde madrileño Ruiz-Gallardón, de las amenazas de muerte a la alcaldesa valenciana Rita Barberá y de las ingentes pérdidas coasionadas a los comerciantes de la Puerta del Sol.
La mayoría de los ciudadanos, según la encuesta de Metroscopia para El País, no culpa a los indignados de esos incidentes, de los que sus promotores se han desvinculado, como lo hicieron de los que metían mano a las feministas en la campada de Sol, robaban carteras o intentaron quitarle el perro guía a un diputado ciego de CiU.
A principios de junio de 2011, cuando el movimiento era solo una protesta incipiente y no se sabía siquiera cuánto duraría, el 66% la apoyaba; ahora, casi un mes después, el porcentaje de respaldo se mantiene en el 64%.
Así, el 71% de los españoles (83% entre los votantes del PSOE y 54% entre los del PP) considera que el 15-M es un movimiento pacífico que pretende regenerar la democracia, frente a un reducido 17% que lo considera un movimiento radical, antisistema, que pretende sustituir el actual sistema por otro.
Ese respaldo ciudadano está sustentado en un amplísimo apoyo a las propuestas que se han hecho desde las asambleas del 15-M. Un 79% (hace un mes era el 81%) asegura que los llamados indignados tienen razón.