Llamazares ve a Zapatero atado al timón buscando contentar a los mercados a riesgo de naufragar

El diputado de IU, Gaspar Llamazares, considera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, padece el «síndrome de la Moncloa» y afronta la parte final de la legislatura como el capitán Ahab en Moby Dick, «atado al timón y a la caza de la ballena blanca», buscando contentar a los mercados, con el peligro de que todos naufraguen con él.

En su intervención en el Debate sobre el estado de la Nación, ha recordado a Zapatero que, como presidente elegido democráticamente, no tiene que responder ante los mercados, sino ante los ciudadanos. En ese sentido, ha apuntado que da la impresión de que la ciudadanía «no le impresiona», ni siquiera la «durísima sanción» que han supuesto los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas.

Llamazares ha achacado esos resultados al «giro a la derecha» del Gobierno, a los «ajustes y reformas» impulsados por el Ejecutivo, que ha provocado la «desafección» y la «frustración» de los votantes socialistas. Además, ha advertido al líder del PSOE que si sigue con la misma política se agravará la crisis y crecerá la desigualdad. «No hemos girado a la derecha –contestó Zapatero–, sino que a hemos girado a lo que teníamos por delante, que era muy serio».

En la misma línea, Llamazares ha destacado que este debate se ha producido en un contexto de movilización social que «no es coyuntural», en alusión al movimiento del 15M. A este respecto, ha subrayado que los ‘indignados’ «no pretenden arrumbar la democracia representativa», sino que critican el «golpe de los mercados» y quieren que ésta represente «realmente» a los ciudadanos.

PASOS POR EL 15M, PERO NO SALTOS AL VACIO

En su réplica, Zapatero ha reconocido que el movimiento del 15 de mayo producirá cambios en la acción política, pero insistió en la «defensa cerrada» de la democracia representativa, de las urnas, y de los parlamentos. «En una democracia que queremos con más participación ciudadana y más compromiso hay que dar más pasos, pero espero que se den pasos en la buena dirección sin dar saltos en el vacío», comentó.

Además, Llamazares ha criticado el bipartidismo porque, a su juicio, «impide los matices, agota la pluralidad» y «hace entrar en crisis las instituciones del Estado», en alusión al retraso en la renovación del Tribunal Constitucional.

En este punto, se ha lamentado por la falta de representatividad del sistema electoral. «No hable de representatividad cuando la tercera fuerza política se ve obligada a intervenir en sexto lugar y prácticamente marginada en este debate», ha manifestado.

El presidente ha admitido que el vigente sistema electoral «maltrata» a Izquierda Unida y espera que en algún momento haya consenso suficiente para reformarlo. «No me dé palmadas –le replicó Llamazares–. Han tenido siete años para hacer algo y lo que han hecho ha sido pactar con el PP y los nacionalistas que no cambie nada».

Llamazares también ha reprochado a Zapatero que no haya hecho alusión a la «lacra de la corrupción», ante la que, ha dicho, no hay que responder de forma «corporativa». Aunque ha defendido que la mayoría de los políticos son «honestos y esforzados», ha apostado por adoptar medidas de cara a la ciudadanía. «A los ciudadanos les da la impresión que salvo enfrentarnos entre nosotros no hemos tomado medidas», ha señalado.

El diputado de IU ha acabado recalcando al presidente que, si en la gestión política del día a día se ve obligado a tomar medidas contrarias a su programa electoral, su obligación es someterlas a los electores, porque «no puede vulnerar el programa electoral sobre la marcha». «Cuando tu gestión es contradictoria con tu programa o bien presentas tu dimisión y la sometes a los ciudadanos estás violando tus compromisos electorales», ha aseverado.

ALUSION LA ‘PINZA’ EXTREMEÑA

Zapatero ha aconsejado «cuidado» con esa teoría porque puede llevar a IU a la incoherencia, en velada alusión a la posible abstención que facilitará al PP el Gobierno de Extremadura. «Piénseselo porque a lo mejor le lleva a una incoherencia, hay compromisos electorales que a veces no se cumplan, aunque sea muy importante quién gobierna en una comunidad autónoma», le espetó, aunque elogiando la «coherencia clarísima» de Llamazares en contra de permitir un Gobierno del PP en la región extremeña.

Además, no considera útil que un gobernante deba dimitir o convocar referendos cuando toma una decisión que no estaba en su programa porque «así no se podría gobernar». «Cuando se está en el Gobierno, hay que tomar pronunciamientos –aseveró–. Usted sube aquí y opina pero cuando estás ahí sentado (en el Gobierno) tienes que decidir. Es muy fácil decir que hay que elevar el gasto social pero luego hay que ver cómo se obtienen los fondos para ello».

Por su parte, la diputada de Iniciativa per Catalunya (ICV), Núria Buenavntura, ha reprochado a Zapatero que haya llevado a cabo políticas en estos últimos cuatro años que representan «renuncia y claudicación». Así, le ha acusado de renunciar a sus principios ideológicos, a su programa electoral, a una salida justa a la crisis, a un nuevo modelo productivo, a una profundización democrática y a la confianza de los ciudadanos; y de claudicar frente a los poderosos –la banca, los poderes financieros, el FMI, Alemania– y las políticas neoliberales.

ICV: RENUNCIA Y CLAUDICACION

En concreto, le ha reprochado los recortes presupuestarios, que, a su juicio, «van en contra del bienestar y de la recuperación económica». Ha hecho hincapié en la idea también defendida en su momento por el propio Zapatero, según ha recordado esta diputada, de «reducción del déficit sí, pero drástica no», a lo que ha añadido que «únicamente recortando gastos, tampoco». Sin embargo, ha abogado por recortar gastos innecesarios, pidiendo que se retiren las tropas de Afganistán.

Buenaventura ha puesto énfasis en la necesidad de una fiscalidad que conlleve una mayor redistribución de la riqueza, apostando por la reforma del IRPF, el impuesto de Sociedades, sobre Patrimonio, sobre las Transacciones Financieras, entre otros instrumentos.

Además, ha criticado las reformas emprendidas por el Gobierno, «inútiles» y «que hipotecan una generación que, por primera vez, vivirá peor que la de sus padres», aludiendo expresamente a la reforma del mercado laboral, la del sistema de pensiones y la de las Cajas de Ahorros. También se ha referido a la ley de economía sostenible, que ha calificado como «un gran fiasco».

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