La madrileña Puerta del Sol vuelve a recibir a los «indignados»

La madrileña Puerta del Sol vuelve a recibir a los "indignados"

Cientos de «indignados» de toda España han revivido hoy en la madrileña Puerta del Sol el nacimiento hace más de dos meses del Movimiento 15 M, cuando se instalaron en el kilómetro cero de la capital para reivindicar un cambio político y social.

Hoy, ya sin las numerosas tiendas de campaña cuya imagen dio la vuelta al mundo, han confluido en el lugar siete marchas procedentes de Galicia, País Vasco, Catalunya, Andalucía, Extremadura, Valencia y Murcia que han conformado desde hace un mes, cuando salieron desde sus respectivas ciudades, la llamada «Marcha Popular Indignada».

Una de ellas, la procedente de Santiago de Compostela, a su llegada por la A-6 a la altura del Palacio de la Moncloa se han detenido en señal de protesta con gritos de «Ahí está la cueva de Alí Baba», «No nos representan», «Culpable» o «Lo llaman democracia y no lo es».

Los «indignados» madrileños que esperaban a sus compañeros en Sol les han recibido con carteles en las que les deban la bienvenida situados sobre la confluencia de la plaza con cada una de las calles que confluyen en ella y con un punto de alimentación para avituallar a los asistentes.

Un punto de avituallamiento que contaba con alimentos donados por vecinos y simpatizantes del movimiento.

Pasadas las 21.00 horas, momento oficial previsto para su llegada, han comenzado a confluir las diferentes columnas por las distintas calles que dan acceso a la céntrica plaza donde han sido recibidos con aplausos por numerosos viandantes y a donde han llegado con un espíritu festivo.

Actuaciones, espontáneos hablando de cualquier tema o un centro de información en el que se podía firmar en contra del costo del próximo viaje del Papa a España o recoger un folleto en inglés sobre el movimiento, ha sido el escenario a la llegada de los «indignados».

En la céntrica plaza, donde apretaba el calor pese a ser ya el final de la tarde, los «indignados» proferían gritos como «De norte a sur de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste» o «Europa escucha esta es nuestra lucha».

También se podían leer pancartas colocadas por toda la plaza como «Los triunfadores de hoy no tienen asegurado el futuro»; «Botemos a los políticos»; «Lo llaman democracia y no lo es» o «El Pueblo unido jamás será vencido».

Desde su llegada y casi cuando faltaban veinte minutos para la una de la madrugada, los «indignados» se han acercado a un puesto con micrófono situado cerca del acceso llamado «Pez de Cristal» de la estación de cercanías de la plaza, para contar sus experiencias en las distintas marchas que arrancaron hace un mes y confluyeron hoy en Madrid.

Además se han hecho conexiones con otras plazas en Egipto, Grecia, Israel, Londres y Holanda, aunque los problemas técnicos no han permitido que se llevaran a cabo algunas de las mismas, y entre los asistentes se encontraban belgas, franceses, italianos y griegos, entre otras nacionalidades.

La «Marcha Popular Indignada» es una propuesta de movilización «social, pacífica y no violenta, que se suma al espíritu constructivo, democrático e inclusivo» del Movimiento 15-M, según describen en su convocatoria.

Desde finales de junio cientos de personas han caminado desde diversos puntos de España llevando las reivindicaciones del movimiento por pueblos y recogiendo las preocupaciones y motivos para la indignación de sus habitantes.

A lo largo de la tarde se ha podido escuchar entre las intervenciones, un rap -que concluía «no somos mercancía dejarnos vivir la vida-, varias canciones, poemas e incluso flamenco interpretado por algunos de los propios «indignados».

Unas intervenciones en las que se ha podido escuchar opiniones en las que, por ejemplo un joven que ha asegurado que era policía de profesión ha pedido «a los que miran», respeto; un «indignado» de Barcelona ha opinado que Madrid resistía muy bien o un joven de Avilés ha asegurado que el camino hasta la plaza no había sido fácil, «al igual que los objetivos de este movimiento».

Una joven apenas ha podido relatar su experiencia en la marcha, por las lágrimas.

Casi al final de la marcha se ha producido un minuto de silencio «por las víctimas de países donde sufren como Noruega (debido al atentado en Oslo), Japón (por el reciente terremoto) y Somalia.

A su llegada hoy a Madrid y hasta su cita en la Puerta del Sol, las diferentes columnas de indignados han sido recibidos en diferentes puntos por sus compañeros madrileños quienes les han proporcionado alimentos y facilidades para el descanso.

La jornada de reencuentro ha concluido entrada la medianoche con un grito mudo seguido de ruido.

La sección de infraestructuras ha informado a los asistentes que la zona habilitada para dormir se iba a situar entre la Plaza de Cibeles y la de Neptuno, en el Paseo del Prado, cercano a la Puerta del Sol.

Para mañana están previstas una asamblea de estrategia para el 15 M y por la tarde una marcha por el centro de Madrid que concluirá, también en la Puerta del Sol.

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