Tras muchas dudas, impulsadas por el deseo de Alfredo Pérez Rubalcaba -candidato del PSOE en la próximas elecciones generales- de granjearse la simpatía de los manifestantes del 15-M, la Policía ha desalojado este 27 de julio de 2011 la acampada de los «indignados» ubicados en el madrileño Paseo del Prado, a escasa distancia del Congreso de los Diputados.
«Madrid, ven a apoyar a las #marchaindignada. En Neptuno nos desalojan» es el mensaje que llegaba poco después de las 8.00 desde @marchaindignada, uno de los canales de Twitter oficiales del movimiento.
Varios miembros de la acampada han llenado la Red de mensajes.
De ellos, @fgarrobo es uno de los usuarios que más información está aportando sobre la actuación policial.
«La Policía saca a la gente a rastras», dice en la red de mircrobloggin, al tiempo que alerta de que los agentes «sacan directamente a la gente del saco de dormir».
Aunque hay constancia gráfica de que la Policía actúa con guante de seda, varios «indignados» no paran de clamar en Twitter contra una imaginaria ‘brutalidad’:
«La Policía empuja a la gente para «limpiar»» dice, por ejemplo, este mismo «tuitero».
La operación comenzó a las siete y media de la mañana. Eran apenas 50 personas las que habían plantado sus tiendas el 22 de julio de 2011 en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, concretamente entre la plaza de Cánovas del Castillo (más conocida como Neptuno), la Carrera de San Jerónimo y el paseo del Prado. Aunque el Gobierno Zapatero, obsesionado por dar una imagen ‘juvenil’ de Rubalcaba, ha mirado hacia otro lado el que los acampados cortaran el tráfico este 26 de julio en el Paseo del Prado, no les ha dejado otra opción que el desalojo.
A las nueve y media de la mañana de este miércoles 27 de julio de 2011, ya no quedaban tiendas ni los rudimentarios puestos de la hilera que emulaba a los que en su día fueron la base del campamento de Sol.
Estos miembros del 15-M provienen de las marchas de distintos puntos de España que confluyeron el sábado en la capital para celebrar una asamblea general del movimiento, una marcha el domingo, que reunió a más de 37.00 personas y una especie de congreso el lunes en el Retiro. Ayer martes, despidieron a unos 50 indignados que emprendieron la ruta a pie de Sol a Bruselas
Una vez acabado el grueso de las actividades el domingo, la comisión de legal recomendó levantar la acampada del paseo del Prado.
«Legal no garantiza la seguridad en el Prado mas allá de mañana [por el lunes] por la mañana», aseguraban fuentes del movimiento 15-M en Madrid.
Fuentes del grupo legal advertía de que la connivencia policial no iba a durar eternamente y alertaban del peligro de provocar una reacción violenta por parte de las autoridades.
Estos días, algunos de los acampados en esa zona se lavaban desnudos en una de las fuentes que se encuentran en ese tramo del paseo del Prado y el olor a orín era ostensible.
Además, sonaba durante gran parte del día percusión en un ambiente de festiva indignación.
Para quien quisiera prolongar su estancia en la capital ofrecían dos opciones: adherirse a la acampada itinerante que recorre los pueblos y barrios de la Comunidad y que ya ha pasado por los municipios de Rivas y Parla, o alojarse en alguno de los edificios okupados que hay en la capital.
Se trata de la segunda vez desde el nacimiento de este fenómeno de protesta el 15 de mayo que se desaloja un campamento en la capital, la primera en Sol durante el segundo día de la acampada. A diferencia de Barcelona, en ningún caso ha habido violencia.