Sin proyecto ni agenda políticos, estos meses no hacen sino agravar las consecuencias sociales y económicas de la crisis
Ni está, ni se le espera. Desde Moncloa, los portavoces de guardia insisten en que Zapatero sigue desde su retiro veraniego en Doñana la evolución de la crisis.
Y con ese telón de fondo, ‘de guardia’ en la sede del Partido Popular situada en el número 13 de la madrileña calle Génova, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, da una entrevista a ABC que firma Mariano calleja y no tiene desperdicio.
Estos son los principales fragmentos:
—¿Estamos ante una tormenta de verano, como dicen desde el Gobierno, o es algo mucho más grave?
—El problema de esta interpretación del Gobierno es que ha decidido esperar sentado a que escampe. Esa ha sido la actitud de Zapatero desde el comienzo de la crisis: negar los problemas y renunciar a buscar soluciones. No hay más que recordar que, hace casi un año, el presidente del Gobierno afirmaba que la crisis de deuda, en España y en Europa, había terminado. Pero la realidad es que España se está viendo muy afectada por todas las crisis que se van sucediendo ante la debilidad del Gobierno y su falta de reacción.
—¿Qué le parecen las gestiones del Gobierno de Zapatero en la última semana por la crisis de la deuda?
—Nadie en el Gobierno, empezando por el presidente, quiere tomar las riendas de la situación, y han dejado vía libre a la crisis. Es lo mínimo que se espera de un Gobierno, pero hace tiempo que el de Zapatero está bajo mínimos.
—José Blanco explica que los demás líderes europeos han suspendido las vacacionesporque, al contrario que Zapatero, no habían hecho los deberes. ¿Cómo lo ve? ¿Entiende que Zapatero siga en Doñana?
—Blanco entiende por hacer los deberes dejar sin salida a cinco millones de parados y sin respuesta a cuarenta y siete millones de ciudadanos. Propio del portavoz de un Gobierno inoperante, de un Ejecutivo del que sólo se conocen excusas pero nunca soluciones. La labor del portavoz debería ser explicar lo que el Gobierno hace, pero la única ocupación de Blanco es intentar justificar que el Gobierno no haga nada. El presidente del Gobierno, que sigue de vacaciones, debería asumir su responsabilidad de dar la cara ante los españoles.
—¿Qué decisiones urgentes hay que tomar? ¿Hacen falta más recortes?
—Mariano Rajoy ha señalado cuáles debieran ser las medidas de un Gobierno a la altura del momento: control del déficit con techos de gasto y endeudamiento que respeten todas las Administraciones, apoyo a los emprendedores como motor de la creación de empleo y reformas estructurales que hagan nuestra economía competitiva. Zapatero no ha sabido hacer reformas y todos nos tememos sus recortes.
—¿Qué le dirán a Zapatero en ese Pleno extraordinario que han pedido?
—Le reclamaremos explicaciones sobre los efectos de esta crisis en la economía española y su recuperación, le exigiremos transparencia sobre los posibles compromisos asumidos en la Unión Europea y tendrá que dar cuenta ante la opinión publica de cómo piensa actuar hasta la celebración de las elecciones. No basta con poner fechas en la agenda, tiene que aclarar si es capaz de dar algún contenido a esa agenda.
—¿Fue un error anunciar la fecha electoral con tanto tiempo entre medias?
—Lo que ha sido un error es demorar el anticipo de elecciones todos estos meses. Sin proyecto ni agenda políticos, estos meses no hacen sino agravar las consecuencias sociales y económicas de la crisis. Y, después dever la magnitud de la crisis de agosto, está claro que es una grave irresponsabilidad dejar a España sin rumbo hasta noviembre.
—¿Teme que el contagio de la crisis financiera a otros países de Europa acabe retrasando aún más la recuperación y la creación de empleo en España?
—Es cada vez más urgente un nuevo Gobierno, con un nuevo proyecto político, que aporte estabilidad y solvencia ante los vaivenes económicos. Sólo así podremos afrontar la salida de la crisis. Porque no se puede dar respuesta a la inestabilidad desde la incertidumbre.