Los datos confirman que Zapatero y Rubalcaba se equivocaron con las fechas
Los españoles confían mucho más en la derecha que en la izquierda para superar la crisis económica. Este es el dato clave que explica el vuelco político sin precedentes que se va a producir el 20 de noviembre en las elecciones generales.
El sondeo realizado por Noxa Consulting para ‘La Vanguardia’, bajo la dirección del profesor Julián Santamaría, cuyas simpatías por los socialistas son notorias y largas, pronostica que el Partido Popular alcanzará el mejor resultado de su historia, con el 46% de los votos, lo que le proporcionaría entre 186 y 192 diputados. La mayoría absoluta se sitúa en 176 escaños.
La encuesta de Sigma Dos para ‘El Mundo’ confirma que el PP gobernará durante los próximos cuatro años sin oposición. Su grupo parlamentario superará en 17 escaños el listón que marca la mayoría absoluta (176).
Se ratificaría así el vaticinio que vienen haciendo todas las encuestas desde hace ya varios meses: Mariano Rajoy batiría la marca lograda por Aznar en el año 2000, y lo haría obteniendo 10 diputados más.
Rajoy cerró este 8 de octubre de 2011 la convención del PP en Málaga con un discurso presidencial, en el que se comprometió a «decir las verdades incómodas» y a «gobernar con valentía», eludiendo concretar las medidas que piensa adoptar para crear empleo y luchar contra la crisis.
Tiene tanta ventaja que no necesita correr el riesgo que supondría anticipar los inevitables ajustes que tendrá que llevar a cabo.
A solamente 42 días de las elecciones, el sondeo que publica ‘El Mundo’ coloca al PP con una ventaja de 16,2 puntos, la mayor en toda la legislatura.
A principios de septiembre, era del 14,8% y hace una semana, del 15,6%. Eso significa que esa ventaja del PP no hace sino ampliarse pese al catastrofismo de Rubalcaba, empeñado en agitar el fantasma de los recortes si gana Rajoy.
La que publica ‘La Vanguardia’, a tribuye también a los populares una holgadísima mayoría absoluta: de 186 y 192 escaños el 20-N, mientras que el PSOE se queda a 115 y con dificultad podría llegar a 122
Rubalcaba ha intentado recurrir a la desesperada a Felipe González, pero ello ha tenido un efecto contraproducente, lo mismo que le ha perjudicado la grave denuncia de un empresario gallego contra José Blanco.
Aunque Rubalcaba y Zapatero siguen manteniendo retóricamente el discurso de que todavía puede haber un vuelco, ni los propios cuadros socialistas se lo creen.
La prueba es la dura batalla por los números 11 y 12 de las listas en Madrid, lo que indica que los interesados consideran que ése va a ser el número máximo de escaños que van a obtener en la capital. Hace cuatro años, lograron 15.
Parece evidente que Zapatero y Rubalcaba cometieron un grave error táctico, al convocar las elecciones mucho antes, cuando el PSOE tenía una mejor imagen en la opinión pública y el desencanto no había cundido en sus filas.
Y ahora, para colmo, les crecen los enanos.
¿Qué hacía el ministro de Fomento y número dos del PSOE hablando dentro de su coche oficial, parado en una gasolinera de Lugo, con un empresario gallego que ahora le acusa de haberle entregado 400.000 euros a través de un primo del ministro a cambio de favores para su empresa? El «modus operandi» no deja de ser chocante.
Si lo que tenían que hablar no entrañaba ningún tipo de problema para el ministro José Blanco, ¿por qué no le recibe en su despacho oficial en Madrid, o en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Lugo, o manda a un subordinado a que atienda lo que el susodicho empresario quería plantear?
Las acusaciones del empresario Jorge Dorribo son de una enorme gravedad y de momento le están costando puntos en las encuestas.