El programa electoral del PSOE deja claros los planes de Rubalcaba respecto a los medios de comunicación. Alega a principios como la independencia, la pluralidad o la lucha contra la discriminación. Sin embargo, esas buenas intenciones ocultan propuestas que van entre el manejo orwelliano del idioma hasta técnicas de control y reducción de canales que recuerdan las técnicas chavistas y el estilo de Rafael Correa. Así, el ‘Plan Rubalcaba’ incluye cosas como: un CAC a nivel nacional y otro por cada comunidad autónoma, guías de uso de lenguaje en los medios, desaparición de canales de TDT o imposición del subtitulado en la televisión.
En lo referido a la televisión, el programa socialista proclama:
El sector audiovisual precisa urgentemente de una actuación global que garantice a los ciudadanos el acceso a una información veraz, de una opinión contrastada con voces representativas de todos los sectores ideológicos de la sociedad, y de una oferta de ocio que estimule a los creadores y enriquezca culturalmente a los oyentes y espectadores.
A continuación propone una serie de medidas. En primer lugar, afirma que «impulsaremos la creación efectiva del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA)». Asegura que este organismo, un equivalente nacional del CAC catalán «velará por el cumplimiento de las previsiones legales que afectan a este sector, que fomentará ámbitos de autorregulación y corregulación en determinadas materias vinculadas con los contenidos».
En realidad, y tal como se ha visto en el caso de Cataluña, es un poderoso instrumento para controlar los contenidos de las televisiones privadas. Además, el equipo de Rubalcaba pretende llevar este modelo a todas las comunidades autónomas. Cabe recordar que el CAC tomó, por ejemplo, medidas como retirarle en 2008 dos emisoras a la Cadena Cope en su región o presentar denuncias contra esta radio o Intereconomía. No emprende, sin embargo, ninguna medida contraria a medios afines a la Generalitat.
Este tipo de organismos, con capacidad de imponer sanciones, tienen una de su máximas expresiones en la Venezuela de Hugo Chávez. La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) acaba de imponer a la cadena Globovisión, que destaca por su postura crítica con el presidente del país iberoamericano, una multa de más de dos millones de dólares.
A pesar de decir defender la pluralidad, el programa electoral socialista pretende reducir el número de canales de Televisión Digital Terrestre, sector que es descalificado de forma constante desde el PSOE y sus medios afines.
Además, y dado el elevado número de televisiones en TDT fruto del reparto de licencias en las distintas demarcaciones geográficas, en el ámbito autonómico y local, estudiaremos la búsqueda de soluciones que permitan disminuir el volume total de licencias y títulos habilitantes previstos, facilitando la devolución de licencias a aquellos que no puedan o no quieran explotarlas.
La animadversión a la TDT es una constante entre los medios y los periodistas afines al PSOE. Así, por ejemplo, el Gran Wyoming se refiere en muchas ocasiones al «TDT Party» o Iñaki Gabilondo dedicó a estas televisiones las siguientes palabras el 18 de octubre de 2010: «Después del Tea Party estamos descubriendo algunas cosas, como el Tintorro Party, el Tintorro de Botellón, el Tintorro de Carrafón el Cazalla Party». Unos meses antes, el 22 de febrero de 2010, El País dedicó un artículo a la TDT en la que se describía a las emisoras surgidas con esta tecnología de la siguiente manera —Iñaki Gabilondo en relación a la TDT: «Después del Tea Party estamos descubriendo el Tintorro Party»–:
Coloquios monocolor en los que se destilan los argumentos más reaccionarios y ultras han conquistado las pantallas de la nueva televisión. El gato al agua (Intereconomía), La vuelta al mundo (Veo 7) o La tertulia de César Vidal (Libertad Digital) son ejemplos de cómo la derecha se ha hecho fuerte en la TDT con debates que poco tienen de plurales. Al otro lado del arco político el panorama está casi yermo. Tan sólo el recién estrenado Hoy (CNN +), conducido por Iñaki Gabilondo, apuesta por un discurso progresista de izquierda.
No se ve en los planes de Rubalcaba intención de reducir el gasto que supone para los ciudadanos la existencia de las televisiones públicas. Al contrario, apuesta por «asegurar a futuro su adecuada financiación en el futuro, evitando distorsiones en la competencia con el resto de operadores y garantizando un dimensionamiento suficiente para ofrecer a los ciudadanos una televisión y radio pública de calidad, moderna e independiente, acorde con la sociedad actual». De hecho, el PSOE se cura de salud ante la posibilidad de que las autoridades europeas decidan que es ilegal que los proveedores de internet tengan que pagar, como ocurre ahora, una tasa para financiar RTVE:
También deberemos asegurar que si la UE entiende que los operadores de telecomunicaciones no deben contribuir al sostenimiento financiero de RTVE, puedan existir instrumentos alternativos de financiación de este servicio público.
El ‘plan Rubalcaba’ para los medios públicos también hace referencia específica a los canales autonómicos:
Desde el respeto a su ámbito propio de decisión, propondremos que las Comunidades Autónomas dónde aún no se ha implantado ese principio, regulen la composición de los órganos de dirección de sus entes audiovisuales con arreglo al criterio establecido para RTVE.
Fuera del apartado dedicado a los medios audiovisuales figuran otras dos medidas relacionadas con la televisión. La primera de ellas está incluida en la parte de «Derechos de la ciudadanía en el exterior» y se refiere a la televisión pública estatal: » Seguiremos patrocinando una TVE Internacional de mayor calidad y variedad de programas culturales que permita a las y los españoles en el exterior información específica sobre los asuntos nacionales». En definitiva, no ahorrar tampoco en este aspecto.
La segunda de esta medida figura en el apartado dedicado al fomento del aprendizaje del ingles:
En la televisión aparecerá como primera opción la emisión de contenidos audiovisuales en versión original subtitulada en distintas franjas horarias, especialmente en la programación infantil y juvenil.
Desde hace muchos años, en los ambientes profesionales del cine existen muchas voces que reclaman que la versión original y el subtitulado sean obligatorios. El argumento de quienes hacen esta reclamación no es el fomento del aprendizaje del ingles. Al contrario, consideran que es una medida que favorecería a la producción española, puesto que muchos espectadores prefieren no tener que leer mientras ven una película.
Otras dos medidas contempladas en el programa de Rubalcaba afectan a los medios de comunicación en general y, una de ellas, puede que incluso a internet. Dentro de las acciones para «erradicar la violencia de género» figura la promesa de que «prohibiremos los anuncios de prostitución». Al no especificar que se refiere a los periódicos, podría afectar incluso a la red y obligaría a ejercer un fuerte control sobre la misma.
La otra media que afecta al conjunto de los medios está incluida en el apartado «Hacia la plena integración de las personas con discapacidad» y refleja la intención de dirigir desde el poder político la manera de expresarse, al menos el algunas cuestiones, de los profesionales del periodismo: «Elaboraremos una guía de uso del lenguaje sobre discapacidad en medios de comunicación social».