¿Para que han servido 50 años? Para nada salvo para llevar desolación a cientos de familias y sobre todo proyectar una imagen horrorosa del vasco
¿Para qué todo esto? ¿Para qué tanto tiempo? Son las grandes preguntas que le vinieron a la mente a Iñaki Anasagasti nada más enterarse del cese definitivo de la actividad criminal de ETA. El senador del PNV cuenta que ahora en País vasco se abre el camino de la política y pide que no caigamos en una trampa de ETA por la que se están presentado ahora como si fueran los mensajeros de la paz.
Prueba de ello es, para Anasagasti, la manifestación convocada este sábado 22 de octubre de 2011 a favor de los presos etarras. En declaraciones a Periodista Digital cuenta que
«Hay que recordar que hubo una Ley de Amnistía que vació las cárceles y después de eso fue ETA quien se encargó de llenarlas no los partidos políticos ni la Guardia Civil.»
«Que hagan esta manifestación multitudinaria pensando que son poco menos que los mensajeros de la paz, personalmente, me indigna muchísimo.»
Iñaki Anasagasti reconoce también que esta noticia le produce ideas encontradas entre ese final sobre la que «teníamos informaciones» de que se produciría antes de las elecciones y el recuerdo a las «personas que se han quedado por el camino».
«¿Para que han servido 50 años? Para nada salvo para llevar desolación a cientos de familias y sobre todo proyectar una imagen horrorosa del vasco.»
Pero a la postre para el senador del PNV el anuncio parte de ETA del cese definitivo de sus crímenes es una «indudable derrota».
«Gente que desde una minoría pretendía representar al pueblo vasco e imponer su criterio con una pistola y una bomba han sido indudablemente derrotados. Pero van a tratar de darle la vuelta.»
Del camino que se abre ahora en País Vasco, Anasagasti habla de «bronca política» pero añade que
«Si me dan a elegir entre un broncón político e ir a funerales, me quedo con el broncón».
Lo que preocupa a este político vasco es que ETA ahora «quiere un trofeo» que es «ganar al PNV en las elecciones» y ser una referencia en Madrid y en el resto del Estado. Para combatir esta amenaza subraya la importancia que le mensaje de partidos políticos y medios de comunicación sea que
«Estupendo que dejen de matar pero no les podemos agradecer absolutamente nada, son gente a quienes la vida humana no les importa un comino.»