Queda la duda de si la coalición proetarra Amaiur conseguirá formar grupo parlamentario, con las nefastas consecuencias que esto podría tener
Las encuestas que publican los principales diarios españoles este domingo 13 de noviembre de 2011, a sólo una semana de las elecciones generales, pronostican no sólo la victoria del PP por una holgada mayoría absoluta, sino que certifican la debacle del PSOE y su incapacidad para remontar.
El sondeo de ‘El País’, hecho por Metroscopia, vaticina que Mariano Rajoy podría lograr este 20-N los 194 escaños, frente a los 112 de Alfredo Pérez Rubalcaba.
El diario del Grupo PRISA añade que el PP apoya su aplastante victoria en Andalucía, Euskadi y Cataluña.
La encuesta de Sigma Dos para ‘El Mundo’, atribuye al PSOE 112 escaños, que pierde nada menos que cinco en la semana que llevamos de campaña. Los socialistas cosechan su peor resultado desde la reinstauración de la democracia. El PP consolida su victoria con 198 escaños, cuatro más que en el inicio de la campaña, muy cerca de los históricos 202 diputados de González en 1982.
El ‘ABC’, sin duda el diario que más ha apoyado desde hace años a Rajoy, es paradójicamente el que menos ventaja le atribuye y llama en su editorial a los votantes populares a no confiarse.
Según el último estudio realizado por DYM para ABC, el PP logrará una ventaja de 12,3 puntos en estimación de voto respecto al PSOE, lo que se traduciría en una ventaja que estaría entre 62 y 65 escaños en el Congreso de los Diputados.
En la encuesta del Instituto Noxa para ‘La Vanguardia’, el PP se acerca a los 190 escaños y el PSOE no se asegura ni 120. Los populares rozarían el 45% del voto mientras que los socialistas se quedarían en poco más del 30%.
En Cataluña, el PSC aspira a 16 diputados y CiU y PP pugnan por una horquilla de hasta 14.
Según el barómetro electoral del GESOP para ‘El Periódico de Catalunya’, la campaña amplía la distancia de Rajoy sobre Rubalcaba a 16 puntos y sitúa al PP entre 188 y 192 escaños, y al PSOE, entre 115 y 118.
De acuerdo con el sondeo realizado por el gabinete demoscópico Tábula-V para La Gaceta, Rajoy obtendrá entre 184 y 187 diputados y Rubalcaba, entre 121 y 123.
En la semana en la que los partidos se han fajado en la explicación de sus programas de Gobierno, la brecha entre populares y socialistas ha pasado de 77 a 86 diputados. ¿Qué ha ocurrido para explicar esta deriva?
El PSOE ya tenía perdidas estas elecciones con anterioridad, pero hay que reconocer que ha sucumbido ante la sobreexposición del líder que lleva aparejada cualquier campaña.
Se dice que los debates electorales apenas cambian el sentido del 2% de los votos, pues parece que ese movimiento ha sido para huir del PSOE tras la comparecencia en televisión de Rubalcaba y Rajoy el pasado lunes en la que el candidato socialista se presentó a sí mismo como si ya estuviera en la oposición.
De la misma forma, un líder que necesita generar confianza en el electorado no puede afirmar que se encuentra en «el final de su carrera política», como dijo en la entrevista en Antena 3 del pasado jueves.
Y si acto seguido manifiesta que «no he pensado mucho en mi Gobierno», da a entender que sabe que no va a tener ocasión de formarlo.
Estos errores y la defensa a ultranza de Blanco en el caso Campeón –«sé que no ha hecho nada», ha declarado- han ido socavando la figura del candidato socialista.
Es llamativo que el PSOE haya perdido en los últimos siete días más de cuatro puntos porcentuales en el granero andaluz, comunidad donde la encuesta le daba 24-26 diputados el pasado 4 de noviembre y sólo 20-22 en esta oleada.
La escena de González y Guerra con Griñán y Rubalcaba en Dos Hermanas (Sevilla) con la que el PSOE abrió la campaña ha acabado en un tremendo fiasco y ha espantado a los electores.
Estos días de intensa actividad electoral apenas han cambiado las expectativas del resto de los partidos.
Queda la duda de si la coalición proetarra Amaiur conseguirá formar grupo parlamentario, con las nefastas consecuencias que esto podría tener.
Tal como se perfila el panorama, lo único que aparentemente debemos esperar es que el Rajoy agarre con energía el timón y desde el primer minuto, sumando a CiU ya quien sea a sus tesis, enderece el rumbo de esta nave a la deriva que ha sido España durante ocho años.
Y que el PSOE, probablemente sin Rubalcaba y a pesar de las peleas que protagonizarán Patxi López, Carmen Chacón y hasta el extremeño Vara, inicie un profundo proceso de renovación.
Porque España necesitará una oposición fuerte capaz de convertirse en alternativa de Gobierno.