El PSC se repliega por el Ebro. Y Carmen, heroína de Stendhal, regresa a Carme
En contra de Carmen Chacón, que apenas pudo reprimir las lágrimas al escuchar el resultado y enterarse de que había perdido la secretaría general por 22 votos, jugaron varios factores.
Uno, determinante, fue sin duda la movilización a última hora y a favor de Rubalcaba de dos viejos y endurecidos dinosaurios como Felipe González y Alfonso Guerra.
Otro, no desdeñable, su obsesión mediática y los consejos de Miguel Barroso, su marido, que la llevaron a pronunciar un discurso final erróneo, que fue aplaudido por los asistentes pero sonó a mitin de facultad.
Escribe Enric Juliana en ‘La Vanguardia’ –Pasionaria de 140 caracteres-, que cuando ya creía tener la victoria al alcance de la mano, Carme Chacón se equivocó con el discurso.
«Pasionaria de ciento cuarenta caracteres, gritó hasta alcanzar el gallo en tres o cuatro ocasiones, obligando a los técnicos de sonido a modular el volumen y los tonos».
«Chacón gritó, declamó, movió los brazos y las manos conforme a los mejores manuales de expresión no verbal […] La nueva técnica de construcción de personajes y discursos la aprisionó en un rosario Twitter de frases cortas y juegos de palabras que en algún pasaje parecían redactados por un writter pasado de gin-tonics. (Verbigracia: «Aquí veo mucha buena gente, mucha gente buena»).
Es la misma tesis que sostiene Fernando Garea en ‘El País’ –Sepultada por su grito-, donde afirma que Chacón arruinó sus posibilidades con un discurso mal interpretado en el que la forma gritona y sobreactuada eclipsó y tapó el fondo de lo que decía.
«Quedarán sus voces y sus gallos, que sepultan un texto muy estudiado que buscaba, como hizo Zapatero en 2000, encandilar y sacar de su postración a los delegados, con llamadas al entusiasmo y a la movilización».
Parece claro que la mediática, heraldo de una nueva cultura que desprecia el pensamiento complejo, sufrió este 4 de febrero de 2012 una significativa derrota en Sevilla.
El discurso no decidía el congreso -tampoco vamos a ser ingenuos-, pero podía contrarrestar los movimientos de última hora de Felipe González y Alfonso Guerra en favor de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Chacón se había ido a dormir confiando en un triunfo que parecía casi seguro. La tarde del viernes, Sevilla olía a frío y a victoria chaconista.
El aparato del PSC había logrado establecer una cabeza de puente con el poder andaluz -José Antonio Griñán y su guardia pretoriana de las Juventudes Socialistas (los griñanines)-, con el apoyo aéreo de Tomás Gómez (federación madrileña), las divisiones valencianas de Joan Lerma, la partida guerrillera del manchego Barreda, irmandiños de Galicia y el vuelco a última hora de José Luis Rodríguez Zapatero y del neutral Marcelino Iglesias, secretario de organización del partido. El leal Iglesias. La tarde del viernes era Rubalcaba el que se enfrentaba al aparato.
Rubalcaba estaba al borde del precipicio, apoyado sólo por el arco norteño-castellano, más los dos hombres de Suresnes, pero González se movió, tiró de teléfono, y Guerra pasó una semana recorriendo pueblos de Sevilla y Cádiz. Y mientras tanto, Zarrías, el viejo visir del Sur, no paró ni un minuto conspirando contra los griñanines.
Como concluye Enric Juliana en su análisis:
Ha ganado la coalición norteña. Griñán ha hecho un pan como unas tortas. Zapatero se ha roto una ceja. El PSC se repliega por el Ebro. Y Carmen, heroína de Stendhal, regresa a Carme».
LA NUEVA CÚPULA DEL PARTIDO
A pesar de haber salido apaleado del Congreso de Sevilla, como le ha pasado al madrileño Tomás Gómez y al castellanomanchego José María Barreda, el andaluz José Antonio Griñán será el presidente del PSOE.
El cargo, más decorativo que otra cosa, se le concede para que pueda presnetarse a las elecciones andaluzas del próximo 25 de marzo con la cara no demasiado colorada.
Elena Valenciano será la vicesecretaria general.
El líder de los socialistas castellanoleoneses, Óscar López, será el secretario de Organización, mientras que para el lehendakari, Patxi López, se ha creado la secretaría de Relaciones Políticas.las cosas están claras. Rubalcaba se ha rodeado de los suyos, de los más fieles para afrontar lo que este sábado él mismo calificó como «rearmar el partido».
Tanto es así, y aunque habló de integración y de ser «el líder de todos los socialistas», que pocas han sido las concesiones a los sectores que estuvieron con la candidatura de Carme Chacón.
Uno de los pocos ha sido Griñán a pesar de que el aparato controlado por él en Andalucía se volcó con la ex ministra de Defensa.
INTENTAR SALVAR LOS MUEBLES EN ANDALUCÍA
La elección de Griñán para ese puesto, apoyada incluso por Manuel Chaves a quien sustituye, tiene sin embargo por objetivo que la imagen del presidente andaluz no salga dañada del congreso, dos meses antes de celebrarse elecciones en Andalucía.
Del PSC, el principal puntal de apoyo de Chacón, ha colocado dos personas en la Ejecutiva. Se trata de José Zaragoza y de Esperanza Esteve, que ocuparán sendas vocalías.
El líder del PSOE en Madrid, Tomás Gómez, también ha conseguido colocar a una persona de su confianza, Maru Menéndez, quien repite como vocal.
Pero estas son algunas de las pocas concesiones que Rubalcaba ha hecho a la hora de hacer la Ejecutiva, en la que abundan personas de su total confianza y que además han dado la cara por él en los últimos meses.
Con ello coloca, como vicesecretaria general y número dos a Elena Valenciano, que ya fue su coordinadora de campaña en las últimas elecciones generales.
De número tres y secretario de Organización, sitúa a Oscar López, actual secretario general del PSOE en Castilla y León.
López, quien creció en el aparato del partido a la sombra de José Blanco, llevaba ya varios meses trabajando para Rubalcaba.
Por lo tanto, de la «unidad» que habló en su discurso tras ser elegido por los delegados parece que hay poco.
De momento, ni Chacón ni ninguno de los dirigentes que la han respaldado se ha pronunciado sobre la nueva Ejecutiva y está por ver si les satisface su composición, en la que no figura ninguno de sus partidarios.
El que sí ha hablado ha sido alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que ha asegurado que debería haber hecho un mayor esfuerzo de integración en la conformación de la lista de su Ejecutiva porque hubiera sido mejor para él pero, sobre todo, para el partido.
Ha recalcado que Rubalcaba ha decidido, «con toda legitimidad», formar un equipo «de su plena y absoluta confianza» y que todos los puestos importantes en la nueva Ejecutiva «son,»evidentemente, apoyos fundamentales» que el nuevo líder socialista ha tenido a lo largo de todo el proceso de su elección.
CARMEN CHACÓN AL BORDE DEL COLAPSO
El nuevo secretario general del PSOE y la hasta ayer aspirante al cargo se encontraron a última hora de la noche de este 4 de febrero, tras el 38 Congreso socialista.
La exministra ha pedido al nuevo líder socialista integración para formar la dirección del partido, aunque le ha avanzado que ella no desea integrarse en la Ejecutiva.
No cargo cargo alguno ni en la Ejecutiva ni en la dirección del grupo parlamentario en el Congreso.