Benavides y Malospelos en Las Cortes

Erkoreka le dicta el guión a un Rubalcaba necesitado de apuntador

Erkoreka le dicta el guión a un Rubalcaba necesitado de apuntador
Josu Erkoreka y Alfredo Pérez Rubalcaba. EFE

No ocurre en muchas ocasiones, pero a veces las preguntas que se formulan en la Sesión de Control al Gobierno de los miércoles tienen una redacción muy parecida.

En la sesión del día 27 de junio de 2012 hubo dos diputados, cada uno portavoz de su Grupo Parlamentario, que le hicieron al Presidente del Gobierno la misma pregunta, que aunque merecieron los ordinales 11 y 14, por aquello de las casualidades y las contingencias, fueron formuladas seguidas y una detrás de otra.

Las hicieron el diputado Josu Iñaki Erkoreka Gervasio, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), que habló primero, de un tirón y casi sin tiempo para la réplica y Alfredo Pérez Rubalcaba, del Grupo Parlamentarios Socialista, que lo hizo a continuación; y que, quizás en recuerdo a su época de Delegado de Curso en la Facultad de Ciencias Químicas, intentó aprovechar lo iniciado por el compañero para, siguiendo con el mismo tema, tratar de mejor utilizar la iniciativa del vasco.

Sin embargo, la realidad de una misma pregunta repetida, con la utilización del total del tiempo pautado en la formulación hecha por Erkoreka y sin apenas tiempo para contestar en réplica al Presidente del Gobierno, se percibió de una forma distinta. Ya que, lejos de entenderse como la rentabilización por el socialista de la decisión inquisitoria del vasco, lo que de hecho se produjo fue el efecto contrario: El acatamiento sumiso de Rubalcaba, últimamente escaso de ideas, entidad y presencia, para transitar en la réplica cedida, que aceptaba de buen grado, por un camino ya trazado y guiado por el ronzal inteligente que manejaba con soltura el portavoz del PNV en una pregunta formulada de forma sencilla y pertinente:

– ¿Qué medidas va a proponer en el Consejo Europeo de esta semana para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo?

Porque es lo cierto que, haciendo suyo lo dicho por Josu Erkoreka, en una especie de maquiavélico bypass de tiempos, ideas e intenciones, el Secretario General del Primer Partido de la Oposición Parlamentaria continuó por la senda marcada por el PNV, para interesarse y abundar en las inquisiciones esbozadas por el vasco y para, algo inaudito y saludado con alivio y gozo por el resto de la Cámara, ofrecer un apoyo incondicional, expreso y manifiesto de todos los socialistas a las iniciativas del Gobierno en su cita inmediata en el Consejo Europeo.

Mariano Rajoy, en contestaciones y réplicas concatenadas a las dos preguntas enlazadas, fue escueto en la respuesta, parco en palabras y pródigo en los agradecimientos y elogios a los dos que habían formulado la misma pregunta. Con ello, reunía, en beneficio propio y para la utilidad de todos.

La iniciativa del Grupo Parlamentario de los Nacionalistas Vascos interesándose por el crecimiento económico y la creación de empleo, la necesidad del Secretario General del PSOE para asentarse al frente del Primer partido de la Oposición manteniendo enhiesto el pabellón del socialismo español parlamentario y, lo que parecía más importante, la excelencia de un perfil de unidad nacional que en las circunstancias actuales conviene mostrar a todos y expandir por entre nuestros socios europeos.

Algo después de la pregunta, haciendo un breve repaso a algunas de las iniciativas que impulsa el PNV y que a veces sigue el Partido Socialista, apareció otra señalada ocasión, no muy alejada en el tiempo, en la que Erkoreka Gervasio también mostró un ronzal al que casi de inmediato se unciría el actual Jefe de la Oposición Parlamentaria con intención de obtener beneficios políticos inmediatos y de futuro.

Fue, hace unos meses, cuando comenzaba a aparecer en el horizonte europeo la figura, entonces gris y anodina aunque ligeramente emergente, de un socialista francés tranquilo y sin mucho carisma que, apartado de la senegalesa Ségolène Royal, pugnaba por sustituir a su ex esposa para disputar la Presidencia de la República Francesa al mismísimo Nicolas Sarkozi, entonces inquilino ilustre en el Palacio del Eliseo francés.

– Vosotros, los socialistas españoles, debíais engancharos a la figura de François Hollande. Puede que sea capaz de derrotar a Sarkozi. Y si consigue la Presidencia Francesa, os podría dar mucho juego de cara al futuro. – parece que le sugirió el vasco Erkoreka al cántabro Rubalcaba en aquella ocasión.

Y el resultado de las elecciones francesas, a la postre, resultó un buen filón, al que primero se apuntó Rubalcaba y en el que, parece, siguen hurgando sus conmilitones y bicheando los socialistas españoles.

Puede que haya alguna ocasión más, quizás no demasiadas, pero es lo cierto que en el Filón propagandístico de François Hollande y en la pregunta número 11 de la Sesión del Control al Gobierno del día 27 de junio, el diputado Josu Iñaki Erkoreka Gervasio, al menos por dos veces y sin que sirva de excepción aunque sí de precedente, le marcó el camino al PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba.

José Luis Heras Celemín es corresponsal de PD en el Congreso de Diputados y autor del libro ‘Su Señoría Sor María’ editado por Sepha.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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