¡Dios mío, qué hartazgo! ¡Qué merluzo nos ha gobernado durante siete años! Eso sí, con la aprobación entusiasta de 11 millones de compatriotas, más los diputados de CiU, PNV, ERC, BNG, Na-Bai y otros cómplices.
En el debate entre el cardenal Cañizares y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, en la Universidad Católica de Ávila, ZParo demostró una vez más su inabarcable incultura, que no da ni para memorizar los libros de citas. Así, afirmó:
como dijo Sancho Panza, la libertad es el bien más preciado
La cita correcta es
Cuando don Quijote se vio en la campaña rasa, libre y desembarazado de los requiebros de Altisidora, le pareció que estaba en su centro, y que los espíritus se le renovaban para proseguir de nuevo el asumpto de sus caballerías, y, volviéndose a Sancho, le dijo:
«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres»
¡Qué vamos a esperar, en incultura y osadía, de quien se atrevió a corregir a Jesucristo, y enmendó una de sus gradnes frases, «La verdad os hará libres» por otra de su cosecha: «La libertad os hará verdaderos».
Sobre el desprecio de ZP por el pensamiento y la cultura encontré hace unos meses una cita que aprovecho para dejar aquí. Proviene del libro de Fernando Jáuregui y Miguel Ángel Menéndez El Zapaterato (Península), pág. 87:
En un momento dado del encuentro [en La Moncloa], Rajoy le preguntó a Zapatero si se había leído a fondo el Estatut, porque de ser así comprendería cuál era el problema. la respuesta de Zapatero le erizó el cabello a Rajoy: «¡Ah, si eso no se lo lee nadie!»
(Una cosa que no me gustó nada del debate fue la coincidencia de ambos participantes en elogiar a la juventud, lo que empezó en el siglo XX por obra de los fascismos y ya se hizo tópica desde mayo del 68. Aquí se hace un análisis teológico del carácter pelagiano de la exaltación de la juventud.)