El responsable del Área de Internacional de Internacional de UPyD, Fernando Maura (Bilbao, 1955) ha visitado Periodista Digital para analizar la política exterior española. A lo largo de la entrevista ha hablado sobre las relaciones con Cuba, Argentina, Venezuela, o la política hacia el Sahara Occidental o el conflicto de Oriente Medio.
CUBA Y ÁNGEL CARROMERO
«Como afirmaba García-Margallo el otro día en un lapsus, que probablemente venía a decir lo que pensaba aunque se le escapara, Carromero es el caso de un secuestro. Un secuestro amparado legalmente por la legislación cubana, que como la legislación de cualquier régimen dictatorial se parece a un estado de derecho lo que se pueda parecer una cosa absolutamente inversa a la contraria. En definitiva, Ángel Carromero a partir de su detención se convierte en una moneda de cambio».
Si el precio por la liberación de Carromero es modificar la Posición Común [europea hacia Cuba] cuando no hay una actitud progresiva de ampliación del espacio de los derechos humanos en Cuba, sería lamentable. Y, desde luego, lo denunciaríamos inmediatamente.
DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
«La política exterior de un país tiene que basarse en una serie de pilares claros. Uno de ellos es la defensa de los Derechos Humanos. Un país democrático como es España no puede pretender para otro país con el que mantenga relaciones un régimen que no sea el del respeto a las libertades. Es evidente que en algunos casos, esa situación puede tener uno u otro nivel de defensa en función de circunstancias históricas o contextos políticos, pero tiene que haber una clara defensa del respeto por las libertades individuales».
«Un segundo aspecto es que un país que cree en la ley como elemento de referencia debe pensar también que a nivel internacional la ley debe cumplirse, la ley es el derecho Internacional. El tercer aspecto, que hay que combinarlo con los anteriores, son los intereses de nuestro país».
Pero pensar que los intereses de nuestro país solos constituyen una política internacional, o constituyen su paradigma, es un error. Lo estamos viendo en Venezuela, Cuba o China. Estamos viendo como en un determinado momento pasamos por encima del cumplimiento de la ley a nivel internacional, o por encima del respeto a los derechos humanos a nivel internacional, y pensamos que los nuestros intereses están cubiertos solamente por evocarlos.
«Los intereses españoles, en relación con Cuba, Venezuela, Argentina o cualquier otro país del mundo son precisamente los que derivan del hecho de mantener una política respetuosa con los derechos humanos y con el cumplimiento de la ley a nivel ínternacional. Y los derechos y los intereses de las empresas de nuestro país habrá que valorarlos en función del cumplimiento de los tres paradigmas, no de uno solo».
POLÍTICA EXTERIOR PACTADA
«En todas la regiones del mundo todavía tenemos mucho que decir y no podemos pensar que todo debe ser proyectar nuestra debilidad en la escena intencional. Busquemos socios, apoyos, hagamos de la necesidad virtud y replantear las cosas. Sobre todo, tenemos que tratar de replantear nuestra política exterior primero a un planteamiento de pacto. No puede cambiar con cada gobierno, tiene que ser una política pactada. Y no sólo entre el primer y el segundo partido nacionales, sino en general en el Parlamento».
DEBILIDAD EXTERIOR
«Un régimen como el de Franco, que era débil en la arena internacional, que le costó una barbaridad entrar en las Naciones Unidas, mostraba a veces una condición de dignidad y firmeza que, paradójicamente, con todo lo que significa una democracia de dignidad y legitimidad, [el Gobierno actual] no lo hace».
¿Qué es lo que está detrás de todo eso? Una debilidad totalmente asumida por parte del Gobierno y que no trata de hacer de la necesidad virtud y tratar de sacar todas las ventajas posibles. Sencillamente, se traslada a la escena internacional la misma debilidad que sienten nuestros gobernantes.
