os documentos recogen entregas a Mayor Oreja, cerca de 250.000 euros; Federico Trillo, 200.000 euros; Rodrigo Rato, 182.000 euros; y Javier Arenas, casi 150.000 euros
Luis Bárcenas iba a soltar toda su verdad, y quería hacerlo de un tirón.
De hecho, no tomó ni un vaso de agua durante cinco horas y media que pasó en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y rechazó un descanso que le ofreció el juez Pablo Ruz a mitad de la sesión: «Prefiero terminar cuanto antes y volver a Soto del Real», le contestó al magistrado.
La declaración del extesorero del PP ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz -un interrogatorio cargado de datos comprometedores para los nombres que han controlado el centro-derecha español durante las últimas dos décadas-, no fue fruto del arrepentimiento; ni siquiera de una reflexión tras dos semanas largas en la cárcel. No. La confesión, coinciden diversas fuentes, responde a una mezcla de venganza tras su encarcelamiento a petición de la fiscalía y de pura estrategia de defensa.
Hubo algunas revelaciones, que marcarán la agenda informativa unos días, pero también silencios y sospechosas amnesias selectivas.
LO QUE LE CUENTAN A PEDROJOTA
Según la información que ofrece este miércoles 17 de julio de 2013 ‘El Mundo’ en un especial de 16 páginas, la contabilidad B del Partido Popular que Luis Bárcenas ha entregado al juez Ruz refleja movimientos por un total de 8,3 millones de euros durante veinte años.
Los documentos reflejan los pagos a diversos políticos de la cúpula de los populares en aquella época, Álvarez Cascos, Mayor Oreja, Federico Trillo, Rodrigo Rato o Javier Arenas.
Pero, según el extesorero ahora en prisión, son el asesor Pedro Arriola y el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los que más dinero negro habrían cobrado: 1,5 millones el primero y algo más de 350.000 euros el segundo.
No son manuscritos originales
Siempre según la información que aporta el diario de Pedrojota Ramírez, a quien el abogado Gómez de Liaño y ‘Luis el Cabrón’ han convertido en principal aliado mediático, al menos parte de estos datos no los ha entregado Bárcenas como manuscritos originales, sino pasados a limpio y en formato electrónico en un pendrive.
Barcenas ha afirmado que las cantidades de dinero negro se manejaban en «bolsas, maletines o maletas».
Buena parte de ese dinero en metálico era usado para pagar los presuntos sobresueldos a altos cargos.
El primero en cobrar sobresueldos fue el por entonces secretario general, Francisco Álvarez Cascos, unos 293.000 euros, que además figura como la persona que aportan varias cantidades de dinero en efectivo de procedencia desconocida.
Además de Arriola y Rajoy, los documentos recogen entregas a Mayor Oreja, cerca de 250.000 euros; Federico Trillo, 200.000 euros; Rodrigo Rato, 182.000 euros; y Javier Arenas, casi 150.000 euros.
LAS REVELACIONES DE ‘EL PAÍS’
De las casi cuatro horas de interrogatorio hay todavía cosas que no han salido a la luz.
Revelaciones que este miércoles el diario El País cuenta y entre las que se encuentran datos nuevos, así como actitudes del acusado y acciones de los presentes.
Unas acciones, por ejemplo, que llevaron al juez Pablo Ruz a enfadarse en mitad del interrogatorio al comprobar como buena parte de lo que estaba contando Bárcenas se estaba contando al instante en las redes sociales a través de los medios de comunicación.
El magistradio, airado, paró el proceso, abroncó a los participantes y tomó medidas para que nada más se contase ‘en directo’.
Además pidió a la Policía comenzar una investigación sobre cómo se revelaron los datos al gran público.
Sin embargo, más allá de anécdotas, lo verdaderamente relevante fue lo que contó Bárcenas. En sus palabras los ‘bombazos‘ ya conocidos.
Que si Rajoy y Cospedal cobraron sobresueldos, que si los papeles que publicaron ‘El País’ y ‘El Mundo’ eran suyos, que si hubo donantes importantes que dejaron cantidades jugosas al PP…
Contabilidad ausente
A ellas habría que sumar las que no se dieron a conocer. Por ejemplo, los motivos porqué entre las primeras revelaciones no apareció la contabilidad correspondiente a los años 93, 94 y 95.
Alega Bárcenas que estaban en el ordenador que el PP le ‘robó‘ (según su versión) del despacho que tenía en Génova 13. Afortunadamente para la causa, Bárcenas guardaba una copia en el famoso ya también ‘pendrive’ que entregó a Ruz.
Bárcenas insistió en que no hubo cohecho en las donaciones que ejercieron los empresarios y particulares que le entregaron los donativos. Es decir, que dieron ese dinero sin pedir nada a cambio, aunque, sospechosamente, esas cantidades aumentaban en periodo electoral.
Los donantes querían que se les viera por Génova cuando hacían sus aportaciones. Es decir, que Bárcenas dejó entrever que no pidieron nada a cambio, aunque seguramente entre sus intenciones estaban conseguir favores.
También insistió en que los secretarios generales del PP entre el 1990 y 2010 sabían todo lo que sucedía y que a Rajoy y Cospedal no les obligaba a firmar los recibís.
Sin embargo, el actual presidente del Gobierno habría recibido, según su versión, una tarjeta con el listado de los pagos. Tarjeta que fue destruida por el propio Rajoy en una destructora de documentos.
Y entre todas estas revelaciones un nexo común: las ganas de venganza de Bárcenas.
Cuentan las fuentes con las que ‘El País’ ha hecho este relato que el ex tesorero trazó su relato con la voluntad de saldar viejas cuentas y que en ello basó su nuevo estilo de defensa, ésa que, por ahora, mantiene en una situación delicada al actual Gobierno, al Partido Popular, a la oposición y, por extensión, al resto de España.