Pone como escudo a Cospedal, Acebes y Arenas, que han negado los sobresueldos de Luis Bárcenas y asegura que su responsabilidad es que "el PP se siga comportando como un partido de personas honradas"
Ni una explicación sobre el último capítulo del caso Gürtel ni una referencia a una comisión de investigación interna.
Mariano Rajoy ha intentado disipar este 19 de enero de 2013 ante los suyos las sospechas sobre prácticas corruptas habituales en el PP que sobrevuelan el parido desde que el miércoles se conociera que Luis Bárcenas, el extesorero más defendido por el presidente, tuvo hasta 22 millones en cuentas en Suiza.
Pero lo ha hecho sin ofrecer ninguna aclaración en torno a los sobresueldos en dinero negro que, según el entorno de Bárcenas, cobraron durante años los dirigentes del partido.
Tampoco ha explicado por qué si Bárcenas lleva desvinculado del partido, al menos sobre papel, desde abril de 2010, seguía conservando una sala de trabajo en Génova, 13, con sus documentos.
ALGUNAS ADVERTENCIAS Y POCAS EXPLICACIONES
En cualquier caso, Rajoy ha lanzado algunas advertencias claras en su intervención en el cónclave intermunicipal que se celebra en Almería.
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que no le «temblará la mano» para atajar cualquier «irregularidad o conducta impropia» de los militantes populares.
«Porque una de mis responsabilidades es que el partido se vea como honrado».
Además, ha insistido en el argumento habitual desde el miércoles: Bárcenas ni otros como él «ya no están en el partido».
LUIS EL CABRÓN Y LA BOMBA ATÓMICA
Desde que estallase el ‘caso Gürtel-Bárcenas’ -que aparecía en la contabilidad paralela de la trama dirigida por Francisco Correa como ‘Luis el cabrón’-, ha venido amenazando a las más altas instancias del PP con identificar a los perceptores de los sobresueldos si no le libraban de «comerse el marrón judicial».
Al más puro estilo Diego Torres -ex socio de Iñaki Urdangarin-, advierte que, o le buscan un atajo para sortear la cárcel, o arrojará «las bombas atómicas» que obran en su poder.
El pasado miércoles se hizo público que el hombre que gestionaba las finanzas del PP llegó a tener, «junto a otras personas» cuya identidad no ha revelado pero entre las que está Angel Sanchís y un ‘tiburón‘ de apellido Yáñez, 22 millones de euros en el Dresdner Bank de Ginebra a través de una sociedad panameña.
Y esos 22 millones, unidos a la noticia de que había regularizado 10 suyos aprovechando la amnistía fiscal ofrecida por el Gobierno a los defraudadores, sacó de sus casillas Bárcenas, quien junto a Lapuerta -el anterior tesorero- están soltando ahora todo tipo de pistas, infundios y datos sobre la corrupción de la cúpula del PP.
UNA REUNIÓN CLAVE
El Partido Popular ha convocado para este lunes 21 de enero una reunión de su Comité Ejecutivo Nacional, donde estará Rajoy. También Esperanza Aguirre y a nadie se le oculta que en ese cónclave tendrán de dilucidarse asuntos clave.
Crecen las voces que piden a Esperanza Aguirre que encabece de una vez por todas la imprescindible regeneración del partido y se especula con los ‘arreglos de cuentas’ que pueda haber, entre los que no percibían suculentos sobres llenos de billetes y los que se forraban de forma vergonzosa.
El Comité Ejecutivo del PP está compuesto por un centenar de dirigentes, entre otros, los que integran la cúpula del partido, sus presidentes en las comunidades autónomas y los presidentes del Congreso y el Senado.
En la reunión se analizará la estrategia del partido ante el nuevo periodo de sesiones en el Parlamento, así como las medidas que sigue poniendo en marcha el Gobierno para hacer frente a la crisis económica.
Pero, inevitablemente, se hablará también de las noticias de los últimos días en relación con la existencia de una cuenta en Suiza a nombre de Bárcenas que llegó a tener 22 millones de euros y -sobre todo- de lo que extesorero pagaban en sobresueldos con dinero B a dirigentes del PP.
Un pago que ha negado la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pero que parece más que evidente.
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