Además de los 50.000 euros en viajes, la trama abonó el coste de varias fiestas de cumpleaños y dos regalos de Louis Vuitton que suman otros 12.000 euros
Su ex marido, un caradura de tomo y lomo, ha acudido raudo al rescate. Le tienen que haber apretado las clavijas porque apenas saltar la noticia de que la UDEF había remitido al juez un informe, en el que se documenta que los facinerosos de la trama ‘Gúrtel‘, entre otras cosas, regalaron entre 2000 y 2004 al matrimonio Sepúlveda-Mato unos 50.000 euros en viajes, varias fiestas de cumpleaños y dos bolsos Louis Vuitton, el exalcalde popular de Pozuelo de Alarcón (Madrid) mandó un comunicado.
En el texto, Jesús Sepúlveda desvincula «tajantemente» a su exesposa, la ministra de Sanidad, de sus ‘actividades profesionales’:
«Son cuestiones de las que yo me ocupaba personalmente. Cualquier decisión económica o movimiento en mis cuentas han sido estrictamente de mi exclusiva responsabilidad».
Es innegable que el informe de la UDEF es una ampliación documentada de otro previo redactado en 2011, que ya obligó a Ana Mato a dar la cara y cientos de explicaciones, pero llega en un momento fatal para el PP, la ministra y el presidente del Gobierno, atribulado como está por la publicación en ‘El País‘ de fragmentos de la contabilidad personal de Luis Bárcenas, donde el extesorero popular registra hasta supuestas entregas de dinero a el mismo.
Apoyándose en eso, la ministra de Sanidad,ya ha filtrado que «ni se le ha pasado por la cabeza dimitir».
Subrayan desde el entorno de Mato que ya hubo un auto de archivo en marzo de 2011, cuando «el juez Pedreira dictaminó que no había ningún indicio de cohecho impropio».
Ante el Comité Ejecutivo del PP y después del rutilante discurso de Rajoy, negando de forma rotunda haber cobrado o pagado algo en ‘negro‘,habló la ministra de Sanidad, este sábado.
Durante su intervención, Ana Mato ha reiterado ante la dirección del partido su «más absoluta inocencia con respecto a las insidias que algunos medios han vertido sobre mí».
Ha asegurado haber pagado todos sus gastos familiares, pero los informes y las facturas no cuadran, al menos en el documento de la policía.
Sobre eso se lanzará en proximos días Pedrojota Ramírez, que celoso ante la preminencia que ha logrado ‘El País‘ con la libreta de Bárcenas, se larga este 2 de febrero de 2013 un editorial incendiario en el diario ‘El Mundo’.
Mariano Rajoy propuso la semana pasada un gran pacto contra la corrupción. Y afirma el periódico de Pedrojota que difícilmente se le va a presentar una mejor oportunidad que la que le brinda el informe de la UDEF al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga la trama corrupta.
El documento tiene 81 folios y es meticuloso, porque detalla hasta lo más nímio que facturó la agencia Pasadena y pagaron por Francisco Correa y sus socios con dinero B, para beneficio del entonces matrimonio Sepúlveda-Mato: aparecen desde la factura de los payasos que amenizaron una comunión al confeti, pasando por las flores de papel gigantescas.
Ana Mato, que era entonces secretaria de Coordinación del PP, recibió también obsequios personales, mientras Gürtel pagaba fiestas familiares, además de regalarle un Jaguar a su marido, como ya se publicó hace tres años.
¿Cometió Mariano Rajoy un error al nombrarla ministra hace poco más de un año? ¿Debería el presidente sacrificarla ahora y remodelar el gabinete?
Es muy sencillo sumarse ahora a la oleda y pedir la cabeza de Ana Mato, pero no se puede pasar por alto que se hallaba en trámites de separación de su esposo y que no controlaba las cuentas familiares.
Eso no justifica en cualquier caso los regalos personales y los desplazamientos frecuentes que se produjeron durante un largo intervalo, antes de su separación legal. La ahora ministra no podía ignorar quién los costeaba y si lo ho ignoraba, transmite una sensación de despiste que poco le favorece.
Que una dirigente de alto nivel del PP y hoy miembro del Gobierno haya aceptado que una trama corrupta abone sus gastos familiares es motivo de dimisión en cualquier país democrático.
Si lo sabía, es imperdonable. Y si no lo sabía, tampoco puede seguir en el cargo, porque si no se enteraba de nada de lo que pasaba en su entorno íntimo difícilmente puede estar cualificada para ser ministra.
O Ana Mato acredita con facturas o extractos bancarios que ella y su marido pagaron esos viajes o tiene que dimitir. Ya no valen las declaraciones de principios y los códigos éticos si luego no se hace nada cuando quedan acreditados casos como éste.
Resulta necesario que los partidos políticos aborden reformas legales consensuadas contra la corrupción, pero el movimiento se demuestra andando.
En este sentido, la Fiscalía Anticorrupción dio ayer un paso importante al decidir abrir una investigación sobre la existencia de sobresueldos opacos en el PP.
La Fiscalía no ve, de momento, conexión entre esos pagos y el caso Gürtel, pero, de surgir algún vínculo, remitiría la información en su poder al juez Pablo Ruz, que instruye dicho sumario y ha imputado a Luis Bárcenas.
Igualmente, la Fiscalía pidió a Ruz que le cite de nuevo a declarar en relación a los 22 millones de euros que obraban en sus cuentas en Suiza, según se constató a través de una comisión rogatoria.
Es palamario que en el caso de Ana Mato no hay delito alguno, pero va a ser complicado convencer a la ciudadanía de que la suya no es una conducta reprobable tanto desde el punto de vista ético como político.