Hace una semana, Floriano justificó también que Jesús Sepúlveda siguiera cobrando del PP
Están aturullados. Y lo peor para el PP es que se ha impuesto la tesis de que en esto del ‘Caso Bárcenas‘ hay que esperar a que escampe, sin caer en la cuenta de que, cuando deje de llover, algunos de los dirigentes y hasta el porpio Mariano Rajoy pueden estar ‘empapados’.
El vicesecretario de organización de los populares, Carlos Floriano, a quien últimamente le toca ‘comerse todos los marrones‘, ha justificado que el partido pagara a Luis Bárcenas la Seguridad Social pese a haberle despedido.
El extesorero, según han repetido desde la sede de Génova 13, rompió su relación laboral con el PP en 2010, y por tanto, desde ese momento, no presta ningún servicio a esa formación.
En consecuencia, el propio Ministerio de Empleo y cinco expertos a los que se ha encargado de consultar el diario ‘El País’, el partido no podía abonar las cotizaciones correspondientes a un asalariado que ya no forma parte de su plantilla.
Pues a pesar de todo y dejando patente de que s ele puede acusar de cualquier cosa pero no de ser indisciplinado, Carlos Floriano ha asegurado este 14 de febrero de 2013 en los pasillos del Congreso que «para nada» es un fraude de ley.
Ha explicado el vicesecretario de organización del PP que la relación laboral se extinguió con el despido y luego se pactó con el extesorero pagarle los gastos de la Seguridad Social.
«Es algo que se viene haciendo».
EL PSOE ENTRA A SACO
El PSOE ha presentado en el Congreso una pregunta escrita a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, para que explique la legalidad de ese acuerdo.
Al ser preguntado Floriano por la posibilidad de que el PSOE inste a la inspección de trabajo a intervenir, ha respondido criticando las supuestas escuchas y espionaje a dirigentes del PP de Cataluña.
Hace una semana, Floriano justificó también que Jesús Sepúlveda estuviera en nómina, con sueldo fijo y siguiera cobrando hasta las pagas extras del PP, negando que se le pudiera despedir, pero pocos días después fue desautorizado por la secretaria general, Dolores de Cospedal, que puso de ‘patitas en la calle’ al exmarido de Ana Mato.