El caradura de Bárcenas está ahora en Vancouver, esquiando en un resort de gran lujo
Desde el 5 de febrero de 2013, día en el que Luis Bárcenas acudió a la Audiencia Nacional para declarar ante el juez Pablo Ruz, no habíamos vuelto a saber nada de él.
Ya tenemos noticias: el extesorero del PP está esquiando a todo lujo en Vancouver, en el oeste de Canadá.
Bárcenas, gran aficionado a los deportes de invierno -de hecho eso es lo que alegó para justificar sus frecuentes viajes a Suiza- sigue campando a sus anchas pese a estar imputado por delitos tan graves como fraude fiscal, blanqueo de capitales y cohecho, y pese al riesgo de fuga que se deriva de su cuantioso patrimonio.
Y tenemos más datos sobre el caradura, que fue responsable de las cuentas de la formación popular como gerente y tesorero casi dos décadas.
Bárcenas no ha sido despedido por el Partido Popular. No hay ningún finiquito firmado. El extesorero del PP nunca fue expulsado de Génova 13, a pesar de que los principales dirigentes del partido se han hartado de decir que el exjefe de sus cuentas nada tiene que ver con el partido desde 2009.
El salario de 200.000 euros al año que el PP pagó en 2011 y en 2012 a Bárcenas, correspondía en realidad a una relación laboral normal y no al abono fraccionado de un finiquito pactado.
Esta última había sido hasta ahora la explicación que esgrimió la dirección del PP para justificar por qué seguía abonando dinero a un dirigente que había sido expulsado de su cargo en junio de 2009 y que estaba suspendido de militancia desde 2010.
El trato de favor del PP al extesorero, imputado por corrupción en 2009 por su implicación en el caso Gürtel y con una fortuna no declarada localizada en Suiza, ha obligado a la dirección nacional del partido a dar explicaciones contradictorias sobre las razones que llevaron a seguir pagándole un sueldo altísimo durante los dos últimos ejercicios.
Pero, como dice el refrán, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Los populares se escudaron tras un comunicado que pretendía disfrazar un sueldo de finiquito asegurando que «ambas partes acordaron que la indemnización procedente se abonara en diferido mediante un pago mensual hasta diciembre de 2012, con el abono por parte de la empresa de las cotizaciones sociales durante el período de abono del citado finiquito».
Esto es, el PP admitía que pagó al extesorero las cuotas de la Seguridad Social en una práctica que varios expertos laboralistas e incluso el Ministerio de Empleo califican de fraude de ley.