A esos golpes, que encogieron al PP, hay que sumar sus demandas por despido improcedente, robo de ordenadores o maltrato laboral...
La nota aparece este 14 de marzo de 2013 en Elsemanaldigital, diario online que dirige su autor.
Y dadas las fuentes de Antonio Martín Beaumont, cuyo conocimiento de lo que ocurre en la sede popular de la madrileña calle Génova y en los entresijos del PP está por encima del de cualquier otro periodista capitalino, hay algunos que no deberían echar en saco roto las reflexiones que hace:
Se sabe que Luis Bárcenas realizó al menos tres gestiones para entorpecer la comisión rogatoria sobre su dinero oculto en Suiza.
El ex tesorero del PP era perfectamente consciente de que el conocimiento de su fortuna en paraísos fiscales le iba a poner mil veces colorao y el resultado sería terrible para su imagen.
También, sobre todo, para su causa ante la Justicia.
De poco le sirvió confiar en el secreto bancario de los cantones de Ginebra y Zúrich.
Al fin y al cabo -pensaría Bárcenas-, los suizos no sólo tienen un régimen fiscal privilegiado, sino que, además, con excepciones muy restringidas, sus entidades financieras no tienen obligación de informar a las autoridades sobre la titularidad de las cuentas ni tampoco acerca de sus movimientos o rendimientos dinerarios.
Es curioso que el Gobierno de Rajoy tuviese conocimiento con tiempo suficiente de lo que se cocía en el país helvético en torno a Bárcenas.
Sin embargo, no quiso mover un dedo: ni para ayudarle ni para perjudicarle.
Tampoco se preparó para el chaparrón mediático que se le venía encima al propio Ejecutivo y al partido que lo sustenta cuando se conociera la información: laissez faire, laissez passer.
Aquellas tres intentonas del antiguo hombre de las cuentas de Génova 13 cayeron en saco roto. De una tacada, la documentación, que llega a ocupar seis tomos, sacó a la luz 22 millones de euros en un banco suizo -que ya han ascendido a 38- y Luis Bárcenas perdió su mejor burladero para refugiarse, porque el PP desde ese momento abjuró de su ex tesorero.
A partir de ahí, Bárcenas, escalofriado por la cuenta atrás que le acorralaba ante la Justicia, puso en marcha su nueva estrategia: activar toda una cortina de humo para desviar la atención de sus chanchullos.
Y lo hizo convirtiéndose en el peor quebradero de cabeza para la formación donde militó durante 30 años. Su maña incluso eclipsó la acción del Gobierno.
La filtración del cobro de supuestos sobresueldos y de hipotéticas anotaciones contables, así como su visita a un notario para dejar constancia de su control sobre donaciones y gastos, sonaron a aviso para navegantes, a SOS para que La Moncloa le sacase del atolladero. Pero en el Consejo de Ministros hay demasiados ex compañeros diciendo «al enemigo, ni agua».
A esos golpes, que encogieron al PP, hay que sumar sus demandas por despido improcedente, robo de ordenadores o maltrato laboral…
La estrategia de Bárcenas está clara: si van contra mí estoy dispuesto a llevarme por delante a quien pueda.
Estos días se filtran a los medios noticias bien prefabricadas para desacreditar al instructor del caso Gürtel en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Antonio Pedreira fue el juez que terminó desimputando al ex tesorero popular, aunque semanas después el Tribunal Supremo corrigiese su auto porque había perdido la competencia.
Con esta nueva puesta en escena Bárcenas parece buscar que se anule su caso sin importarle para ello levantar sospechas sobre supuestos lazos de unión del juez con algunos dirigentes populares.
La pregunta que ahora mismo deben hacerse los mandamases del PP que han prestado auxilio a Luis Bárcenas es hasta dónde está dispuesto a llegar.
ADMITIDA LA QUERELLA
El juzgado de Primera Instancia numero 83 de Madrid ha admitido este 14 d emarzo de 2013 la demanda civil que interpuso el PP el pasado 6 de marzo contra la sociedad editora del diario ‘El País’ y el autor de los «falsos papeles» que según ese diario es el extesorero del PP Luis Bárcenas.
Un error formal había impedido que el juez admitiera a trámite de esta demanda en defensa del honor. El PP corrigió ayer ese error «burocrático», que según el partido no afectaba al contenido de la demanda.
La demanda -en la que el PP reclama una indemnización de medio millón de euros que destinaría a organizaciones sociales- la suscribieron también a título individual Ángel Acebes, Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja y Rodrigo Rato, que aparecían entre los perceptores de supuestos pagos en negro en las informaciones publicadas en este periódico.
A esta demanda se suman otras como la de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que también admitió ya a trámite un juzgado de Toledo.
Mientras tanto, el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la Comunidad de Madrid ha convocado para mañana a los representantes legales de Bárcenas y del PP a un acto previo de conciliación sobre para intentar que ambas partes lleguen a un acuerdo en torno a la denuncia por despido improcedente del extesorero.