Ramón Tamames fue uno de los políticos más destacados de la Transición como diputado del Partido Comunista de España y miembro de la dirección de esta formación siendo Santiago Carrillo su secretario general. Fue uno de los artífices de los ‘Pactos de la Moncloa’ y primer teniente de alcalde de Madrid en el primer ayuntamiento democrático.
Tamames reconfigura la senda de su vida y esboza, con fuerza literaria, los tiempos difíciles de su infancia, marcados por la guerra civil. En estas memorias se aprecia que el autor ha convivido personalmente con notables hitos literarios, como Pío Baroja, Ortega y Gasset, Zubiri, Cela, Aleixandre, Dionisio Ridruejo, Martín Santos, Paco Umbral… y además, ya en la madurez, con líderes políticos como Che Guevara, Carrillo, Fraga, Mitterrand, Mandela, George Bush…y los cinco presidentes de la democracia española, desde Suárez a Rajoy.
Ramón Tamames nació en Madrid en 1933. Es doctor en Derecho y en Ciencias Económicas, diplomado del Instituto de Estudios Políticos y antiguo alumno de la London School of Economics, técnico comercial del Estado y Catedrático de Estructura Económica. Entre sus libros -sobre economía, ecología, historia, política, etc.-, destacan Estructura Económica de España, que ha servido de guía para varias generaciones de economistas, y Estructura Económica Internacional, ampliamente difundido en los países hispanohablantes de América. Ha sido consultor económico de las Naciones Unidas (PNUD) y del Banco Interamericano de Desarrollo (INTAL), y es doctor honoris causa por universidades de Buenos Aires, Lima, Guatemala, Pekín y la Rey Juan Carlos (Madrid).
Ingeniero (ad honorem) de Montes y Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid, es miembro del Club de Roma y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, catedrático Jean Monnet de la Unión Europea, Premio Rey Jaime I de Economía y Premio Nacional de Economía y Medio Ambiente. Como diputado al Congreso entre 1977 y 1981, participó en la elaboración de la Constitución Española de 1978, de la cual es firmante.
En el campo mediático fue uno de los fundadores del Grupo PRISA. Acaba de publicar para la editorial RBA de sus memorias con el título ‘Más que unas memorias’ y las presenta en una imperdible entrevista a Periodista Digital
GALLARDÓN PADRE Y RATO PADRE
En su libro desvela anécdotas no conocidas como sus originales conversaciones en la cárcel – durante el franquismo – con Gallardón padre y Elorriaga padre.
Es un poco como la película de Azcona de ‘Todos a la cárcel’. Alberto Ruiz-Gallardón no me ha llamado, porque a él ya se lo había contado hace tiempo. Aquella noche con las luces apagadas, en la misma celda. José María Ruiz-Gallardón nos contó la historia de sus relaciones con las ‘actrices’ más famosas de la escena española.
Con datos ‘monetarios’
Con datos monetarios de lo que le había costado yacer con cada una de ellas.
Usted, que fue amigo tanto de Fraga como Gallardón padre, ¿cómo explica que siendo ‘aperturistas’ del régimen ambos se opusieran de manera tan rotunda a la legalización del PCE?
Porque ellos no conocían la realidad como la conocían Adolfo Suárez y el Rey, ellos sí la conocían gracias a Pepe Mario Armero.
También conoció a Rato padre, que le ofreció ser tertuliano de su radio
Lo que pasa es que Ramón Rato era un poco rácano. Cuando empezamos a hablar del vil metal y lo que me iba a retrubuir por mi presencia habitual en su radio, pues ahí se deshizo la intención de colaborar. Porque él era muy rácano. Luego lo vendió por varios miles de millones, o sea que tenía pasta.
EL 23-F
Usted revela que, además de su célebre ‘se sienten coño’ Tejero dijo algo peor: que si se apagaban las luces y los diputados intentaban escapar abrirían fuego…
Podía haber sido una masacre, una auténtica matanza. El propio Tejero se dio cuenta de que no podía hacer eso y, afortundamante desde fuera no se apagaron las luces, sino habría sido una matanza.
¿Qué pintaba su nombre en el Gobierno del general Armada?
Yo no he hablado con Armada en mi vida. Y no es que lo sienta. Hubiera sido interesante conocerle. Armada gozaba de la confianza del Rey y pensaba que la democracia había perdido el control ante ETA, que las cosas iban mal. Por eso pensó en una dictadura con mimbres democráticos. Un gobierno de dictadura pero con personajes democráticos del esquema político español. Preparó el golpe, pero era una vana ilusión. A mí nadie me dijo nada, se quedó en propuesta, en apunte de Armada. Armada tenía buenas intenciones, pero no se había dado cuenta de que estábamos en una democracia. Él seguía el modelo de Miguel Primo de Rivera.
Usted habla mucho en sus memoria del general Primo de Rivera…
Fue un personaje singular no suficientemente valorado. Es el autor de la España moderna.
IZQUIERDA UNIDA Y EL PCE
¿Le ofrecieron entrar en el PSOE para ser ministro?
Había sido invitado a entrar en el PSOE. Pero no entré por razones históricas. El PSOE tendría que reconocer que fue uno de los promotores de la guerra civil española. Sin Largo Caballero de ‘Lenin’ español, (…) no hubiera habido guerra. El PSOE no ha reconocido su propia historia.
Lo que fue es uno de los fundadores de Izquierda Unida
Izquierda Unida se tenía que haber hecho en 1973, cuando se lo propuse a Carrillo y le expliqué que con las siglas del PCE no nos comeríamos una rosca. «Los comunistas os quitarán la mujer y la vaca», decían en las primeras elecciones. El PCE fracasó en las elecciones del 82. Ya me había ido. Y se creamos Izquierda Unida, que fue un buen invento, pero tuvo un dominio total del PCE. El PCE tendría que dejar de existir y disolverse, condiciona un poco a IU. Si el PCE se disolviera, IU se convirtiera en partido sería más fuerte.
A lo mejor militantes del PCE actual se sorprenderían del apoyo que, según explica, recibió el PCE de la banca privada. ¿Se consiguió gracias el PCE o gracias a Ramón Tamames?
Gracias a los dos y también a que los banqueros, Banco Central, Banco Bilbao, se dieron cuenta de que en España se normalizaba la situación, que los partidos políticos se legalizaban todos y que ellos no podían discriminarnos a nosotros. Claro que a eso también influyó que yo conocía a los banqueros.
Lo que más le han criticado es que siendo el líder de IU en Madrid, se pasara al CDS y apoyara la censura PP-CDS contra el PSOE.
Volví al ayuntamiento de Madrid para potenciar Izquierda Unida y eso fue un error. No debí meterse en el jardín, pero pensaban que como cabeza de fila tendría fuerza, pero el PSOE de Felipe era un rodillo (…). Me pasé al CDS por Suárez. Perdí la confianza en el Gobierno (…) pero no me dieron ningún puesto, fue un poco la larga marcha. Se había muerto ya Chus Viana, que era el verdadero organizador del partido. El entusiasmo se perdió, en el propio Suárez y aquello terminó como terminó. Juan Barranco hizo declaraciones muy duras contra mí y es posible que tenga razón, debí haberme abstenido.
GRUPO PRISA
Usted fue uno de los fundadores del Grupo PRISA ¿cómo definiría a los otros ‘padres’ del proyecto?
Carlos Mendo era un personaje impulsivo con buena cabeza, un poco romo en los detalles. Dario Valcárcel era más fino y Ortega Spottorno utilizaba las rectas de ambos apellidos con buen criterio. (…) Polanco se subió más tarde, el ideador fue Ortega.
PRISA quería al principio que El País fuera un diario liberal orteguiano y había accionistas liberales que protestaron por su presencia en el Consejo, siendo militante del PCE
Sí, Zulueta, Chueca. Se les dijo que no tenían sentido que protestaran. Queríamos la democracia y en la democracia también habría un PCE. Yo también intervine en aquella Junta, pero no maltraté a Chueca, le admiraba por sus libros. Pero yo en PRISA no representaba al PCE.
¿Cómo evolucinó PRISA?
Pues de un equilibrio de ‘familias’ que acabó en el monopolio de Polanco dirigido por Cebrián. Después de estar 12 años me declararon persona non grata y me dijeron que no iba a poder ser reelegido como consejero. Ya era total mayoría el grupo dominante de Polanco y Cebrián. Pero no lo critico, lo pasé muy bien, estoy muy agradecido a Polanco.
Pero usted comenta que El País se comprometió a publicar una denuncia de posible corrupción del PSOE en Madrid que luego no publicó
Lo cuento con pelos y señales porque nunca se me olvidará. Polanco dijo que sí, que se iba a publicar la denuncia, por así decirlo. Se preparó el texto, se le envió, esa tarde estuve hablando con Cebrián, que era el director de El País. Me fui a casa pensando que saldría al día siguiente. Pero al día siguiente no apareció nada. Debieron llegar a un pacto. Fue la primera vez que El País dejó de ser un ariete de la democracia y la decencia para entrar en el ‘pactismo’.
Usted pone en boca de Polanco que reconocía estar ‘acostándose’ con Felipe González, como antes lo había hecho con Suárez
Si a alguien no le gusta, lo siento. Pero es lo que dijo. Y son frases que se dicen con frecuencia, él lo dijo de manera contundente y se me quedó marcado.
¿Qué opina de la situación de PRISA actual, usted como co-fundador?
Que sería una pena que PRISA se hundiera. Está en un momento muy malo, con una deuda brutal. Aparte de lo que pueda haber debajo de las alfombras (…). Ya no es una empresa española. Está controlada por un fondo internacional con características casi de ‘fondo Buitre’. Y del presidente del periódico [Juan Luis Cebrián] en otoño se acaba su mandato comprometido con el fondo este. La familia Polanco ya no pinta nada. Me recuerda las Ruinas de Itálica, que decía el gran poeta: «Estas que ves, oh Fabio ay, dolor, fueron un día Itálica famosa».
