Cuando falta aproximadamente un año para las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, algunas cosas comienzan a estar claras sobre la lista que presentará un Partido Popular en el que se da por hecho que se va a sufrir un severo castigo en las urnas. Que Jaime Mayor Oreja va a repetir como cabeza de lista, una vez superadas las dudas que existieron en su día, es algo que ya nadie duda en las filas del PP. Otra certeza, esta todavía mayor es que Aleix Vidal-Quadras no le acompañará en la candidatura.
Vidal-Quadras, que es miembro del Parlamento Europeo desde junio de 2007, está ahora estudiando qué pasos va a dar a continuación. Según ha podido saber Periodista Digital, se está planteando la posibilidad de presentar una candidatura propia con la que trataría de captar buena parte del voto descontento del PP. El proyecto está todavía en fase de estudio y en el entorno del que fuera líder del PP catalán las opiniones están divididas.
Por el momento, el todavía eurodiputado está recabando opiniones tanto entre periodistas como en organizaciones de la sociedad civil. A principios de junio de 2013 se ha reunido en Mallorca con un total de 16 organizaciones de diferente tipo de diferentes partes de España, desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo hasta grupos en defensa del bilingüismo como Círculo Balear.
El mensaje que le han dado no es favorable a la aventura europea por libre, por considerar que hay que ‘presentar batalla’ en territorio español. La respuesta que ha recibido ha sido: «Mientras tú estás en Bruselas, nosotros estamos aquí partiéndonos la cara».
UNA OPERACIÓN CARA Y CON POCAS POSIBILIDADES DE ÉXITO
Algunos de los más cercanos a Vidal-Quadras tampoco son partidarios de un órdago como una lista electoral para enfrentarse a un Mayor Oreja con el que el PP trataría de amarrar el voto no ‘marianista’ del PP. Son muchos los obstáculos que tendría que afrontar, empezando por el económico.
Para tener alguna posibilidad de éxito, el coste de la campaña electoral se dispararía por encima de los 600.000 euros. Esta es la cantidad mínima con la que trabajar pensando en una estrategia de comunicación muy centrada en internet y con la celebración de algunos actos electorales en puntos claves de la geografía española. Esa cifra incluiría la remuneración de un personal que incluiría, además de un director de campaña y algunas personas de apoyo, un ‘community manager’ y pequeños equipos en al menos Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía.
El tiempo tampoco juega a su favor. Una candidatura nueva debería presentarse con mucha antelación con respecto a las de los partidos tradicionales, por lo cual los plazos son necesariamente cortos. Además, en el momento en el que arrancara la campaña propiamente dicha, Vidal-Quadras tendría que abandonar su actividad como tertuliano, lo cual le restaría una presencia mediática fundamental ante un previsible boicot por parte de los principales medios de comunicación.
APOYOS NO TAN SINCEROS
Aunque algunos descontentos del PP apoyarían de forma sincera una candidatura de Vidal-Quadras a las europeas, algunos de sus más cercanos creen que no todos los que le están animando a dar un paso al frente lo hagan de forma desinteresada. No se descarta incluso que haya ‘traiciones’ si al final da un paso al frente. Según testimonios recogidos por Periodista Digital es previsible que algunos se hayan acercado a él con el objetivo de que Génova compre su silencio y su vuelta a las disciplina de partido «a cambio de un carguito».
Por último, la apuesta tendría un alto coste personal para Vidal-Quadras en el caso de ponerla en marcha y no lograr sentarse de nuevo en el Parlamento Europeo pero ahora fuera del PP. Sería poner punto y final con un fracaso a una dilatada política que incluye el haber liderado el PP catalán en el que fue su mejor momento en términos electorales y haber ocupado la vicepresidencia de la Eurocámara. A pesar de todo lo anterior, Vidal-Quadras sigue estudiando el proyecto y manteniendo contactos para analizar su viabilidad.
