En un amplio reportaje/crónica publicado este domingo 18 de agosto de 2013 en el diario El Mundo, bajo el título “14 de agosto. Dolores”, el periodista Graciano Palomo descubre con todo lujo de detalles las tirantes y exasperantes relaciones que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, mantuvo nada más llega al puesto de mando del Partido Popular con el tesorero, Luis Bárcenas.
“Nunca hubo química pero es que el “clan Bárcenas”, que intentó llevar a la secretaria general a Ana Mato (luego fue vicesecretaria general de Organización, es decir, número tres) fue desde el primer momento a por Cospedal… No le doy tregua alguna”, sostiene Palomo.
El periodista descubre que cuando el juez Antonio Pedreira archivó la mayor parte del caso Gurtel exculpando a Bárcenas, durante una reunión del Comité de Dirección del partido, Javier Arenas, Mato, y Jaime Mayor Oreja intentaron que se le devolviera todo el poder a Luis Bárcenas, reitegrándole a su puesto de tesorero.
En esas tensa reunión, la secretaria general se negó en rotundo, apelando al presidente del partido, siendo apoyada en todo momento por la hoy vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría y entonces ya todopoderosa jefa del Grupo Parlamentario en el Congreso de los Diputados.
Este apoyo directo de Saénz de Santamaría fue interpretado por los amigos de Bárcenas como una clara toma de posición del presidente Rajoy.
En su magnifica entrega periodística, quizá una de las más reveladoras de todo lo publicado en relación con el caso Bárcenas y el PP, Palomo también descubre cómo preparó Maria Dolores de Cospedal su declaración a título de testigo ante el juez Pablo Ruz el pasado 14 de agosto.
Estuvo asesorada en todo momento por los abogados Alberto Durán y Ramón Hermosilla y la actual tesorera, persona de su máxima confianza, Carmen Navarro. “Tenía muchas ganas de decirte todo esto, señor juez”, afirmó la número dos del PP, que en todo momento estuvo en contacto telefónico con Mariano Rajoy antes y después de visitar la Audiencia Nacional.
