Albert Rivera, el periodista Juan Carlos Girauta y el ex ministro del Interior Antonio Asunción han presentado ante los medios el 17 de octubre de 2013 Movimiento Ciuadano, una plataforma con la que buscan promover, y conseguir el apoyo de ciudadanos de toda a España en la misma dirección, a una serie de reformas políticas profundas que se expresan en el documento El compromiso.
Habrá presentaciones públicas iniciales en Madrid, Barcelona y Valencia. Citando el documento, Rivera ha llamado a «cerrar y enterrar el capítulo de las dos Españas, así como las luchas territoriales, para que crezca sin cortapisas la nación de ciudadanos libres e iguales ante la ley».
Juan Carlos Girauta, Albert Rivera y Antonio Asunción.
A pesar de que la rueda de prensa ha tenido lugar en Madrid, destacaba el número de periodistas de medios catalanes presentes. Algunos de ellos mantenían una actitud de clara hostilidad ante el líder de ciudadanos. Uno de ellos, minutos antes de que los ponentes entraran en la sala hizo duros comentarios como:
¿Esto tiene algo que ver con enviar los tanques a Cataluña?
Lo de movimiento no lo acabo de ver, recuerda a otras cosas del pasado.
Al Rivera este no interesa darle voz.
Esta última afirmación podrían haberla hecho también algunos altos cargos del Partido Popular. Aunque por el momento lo que se ha presentado es una asociación civil, el propio Rivera no ha descartado que pueda ser el germen de un futuro partido político de ámbito nacional. Según ha podido saber Periodista Digital la estrategia ya estaría definida y seguiría el modelo con el creó Ciudadanos. Si la asociación cívica obtiene suficientes apoyos, se daría el salto para convertirla en una formación política. Las fuentes han explicado a este periódico que: «Se trataría de un partido distinto a los otros».
La idea es que no reproduzca el esquema de formaciones piramidales tradicionales con una amplia lista de cargos internos y trabajadores a sueldo. Su modelo sería el de un partido que estuviera más próximo a los partidos estadounidenses, con una estructura organizativa mínima en la que los militantes votaran los programas y eligieran a los candidatos para cada elección. Lo que no está decidido por el momento es dónde tendría la sede central, si en Madrid o Barcelona. No descartan esta última opción, puesto que creen que desde esa ciudad sí se puede plantear política de ámbito nacional.
La posibilidad de que Ciudadanos, usando esta misma marca u otra diferente, salten más allá de los límites de la comunidad en cuyo parlamento es diputado autonómico Rivera causa preocupación en el PP.
Según han dicho fuentes de Ciudadanos a Periodista Digital: «Desde el Partido Popular se nos tolera sin demasiados problemas si nos conformamos con quedarnos dentro de Cataluña, pero si pegamos el salto al resto del país la cosa cambia. No les hace ninguna gracia porque tienen miedo a que les quitemos muchos votos».
Esto último coincide con lo que algunos destacados miembros del PP han dicho a este periódico. Un alto cargo de dicha formación ha dicho a este periódico:
Si Ciudadanos se presenta por Madrid con Rivera o alguien de peso en las generales nos pueden hacer un hueco importante, puede que de siete o diez diputados.
Sin concretar cifras, otros importantes militantes del partido de Rajoy han expresado temores similares. Y esos miedos se traducen en hechos. Según cuentan fuentes de Ciudadanos, algunos de sus más destacados miembros y simpatizantes reciben presiones desde el PP para que no den el salto a la política nacional.
Estas se traducen en llamadas y mensajes tratando de convencerles que se conformen con quedarse en el ámbito nacional. Dichas presiones son todavía mayores en el caso de periodistas «que el PP catalán considera que eran de los suyos y que ahora están más próximos a Rivera y su partido».
Algunos de estos periodistas han recibido llamadas o largos correos electrónico en tono muy duro en los que se les reprocha una supuesta deslealtad. A los profesionales catalanes no nacionalistas de los medios se les presiona no sólo para que no apoyen el salto de Ciudadanos a la política nacional, sino que incluso se les reclama que no les apoyen en el ámbito estrictamente catalán.