Es evidente que la ex ministra de Fomento se siente estos días maltratada por los suyos

Magdalena Alvarez se encaró a Rubalcaba, le dijo que no dimitía y lo dejó mudo

El líder socialista se ha sumado a las presiones para que la ex ministra de Zapatero abandone el BEI

Magdalena Alvarez se encaró a Rubalcaba, le dijo que no dimitía y lo dejó mudo
Magdalena Alvarez. EFE

La imputación confirmada de Magdalena Álvarez en el caso por los falsos Expedientes de Regulación de Empleo se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno. Pero, ojo, también para el PSOE.

Las presiones para que dimita del Banco Europeo de inversiones han ido in crecendo, tal como aquí mismo ya contamos la pasada semana. Hasta la propia Soraya Sáenz de Santamaría pidió a Álvarez desde la sala de prensa del Consejo de Ministro una «decisión» sobre su futuro el viernes pasado.

«Desde el Gobierno hacemos un llamamiento a la responsabilidad para que no afecte a los Estados que la designaron y, lo que es más importante, a esa institución que es clave y fundamental en el entramado institucional europeo», advirtió la vicepresidenta desde La Moncloa.

Ni que decir tiene que antes Luis de Guindos había solicitado en diversas ocasiones un paso atrás a la ex ministra. Incluso Alfredo Pérez Rubalcaba -a decir de algunos: con la boca pequeña- también lo ha hecho.

En la conveniencia de que Álvarez abandone de una vez por todas el Banco Europeo de Inversiones coinciden todas las instancias afectadas, desde los gobiernos español y luso, la presidencia de la institución, el PP y la propia cúpula del PSOE.

De hecho, el propio Rubalcaba ha mantenido conversaciones con su correligionaria para reclamar «responsabilidad». Y le ha dejado claro que no apoyaría su atrincheramiento, si bien no ha pedido expresamente su dimisión.

Tampoco ha podido hacerlo, según parece. En esos contactos -desvelan fuentes fiables a El Semanal Digital– Magdalena Álvarez ha recordado a Alfredo Pérez Rubalcaba que no sería de recibo haber dado la cara, como la ha dado, por el ex imputado José Blanco por el llamado caso Campeón, por el que, incluso, «llegó a poner la mano en el fuego» por su inocencia, sin que hiciera lo mismo ahora por ella.

El apoyo del secretario general de los socialistas al ex ministro y ex vicesecretario general del PSOE le abrió un flanco peligroso. Cierto. Incluso por ello fue severamente criticado por muchos compañeros de partido. Pero el caso tuvo un final feliz para Blanco, hoy camino de Bruselas como europarlamentario, gracias a que el Tribunal Supremo vació de contenido el delito de tráfico de influencias.

Es evidente que Magdalena Álvarez se siente estos días mal tratada por los suyos. Por más que a diferencia de José Blanco, el problema judicial de la vicepresidenta del BEI extiende sus efectos negativos internacionales para España como una mancha de aceite.

El reciente embargo del sorprendente patrimonio para una persona que lleva en la función pública desde 1979, cinco viviendas, un local comercial y varias cuentas hace aún más inadmisible la resistencia de la ex ministra a dimitir.

Así las cosas, el Gobierno de Rajoy está decidido a pedir al Banco Europeo de Inversiones la destitución forzosa una vez pasen las elecciones europeas del 25 de mayo.

Para ello, la subdirectora general del Ministerio de Economía, Clara Crespo, como representante española en el Consejo de la entidad, ha remitido una carta al presidente del BEI, Wermer Hoyer, solicitando un dictamen sobre el procedimiento necesario para activar el cese de Magdalena Álvarez.

 

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Autor

Antonio Martín Beaumont

Antonio Martín Beaumont, politólogo y periodista, es el actual director de ESDiario.com.

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