Sube el volumen en Génova 13 cuando se habla de Leopoldo González Echenique y Julio Somoano.
Las críticas al presidente del Consejo de RTVE y al director de Informativos de la televisión pública son permanentes entre los VIP populares.
De hecho, y aunque en principio el mal tiempo que vive TVE no figuraba en el orden del día de la última cita del Comité de Dirección del PP con Mariano Rajoy (hace dos fines de semana en el Parador de Toledo), puesto que se quería analizar los resultados de las elecciones europeas, al final fue el tema estrella y al que más tiempo se dedicó.
«Con esta TVE no ganamos las próximas elecciones» es una de las frases recurrentes entre cargos de cualquier ámbito del Partido Popular.
Y lo que es peor, es una certeza entre los militantes del partido.
Pero, a pesar de lo que se lee en algunos medios, el enfado de los mandamases populares con Echenique y Somoano, más que por el sesgo ideológico «desentendido» con el PP adoptado por la televisión pública, viene propiciado por razones distintas.
A Leopoldo González Echenique se le achaca no haber sido capaz de poner orden en las cuentas públicas de RTVE. Ello pese a haber sido fichado por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría exclusivamente para eso.
Los dos años largos de gestión de Echenique en Prado del Rey han ido «de desastre en desastre –señalan las fuentes consultadas- y, para colmo, han arrojado unas pérdidas económicas de más de doscientos millones de euros».
Sobre Julio Somoano se lanza desde Génova 13 una enmienda a la totalidad: «Es un verdadero caos sin criterio alguno periodístico, lo que toca lo convierte en intrascendente», lamentan.
Que los informativos de TVE hayan caído a índices de audiencia por debajo de los 10 puntos, o que haya días en que son la cuarta opción de los espectadores, por detrás de Antena 3, Tele 5, La Sexta y Cuatro, supone un severo toque de atención.
Encontrarse fechas significativas (como la abdicación del Rey don Juan Carlos) en las que cadenas escoradas hacia el espectro de la izquierda como La Sexta superan a la pública supone un calvario para cualquier mandatario del PP.
«El drama es que, con la independencia de Cataluña sobre el tapete, la nadería informativa de TVE es un asunto de Estado a resolver cuanto antes», afirma un veterano dirigente.
De ahí, claro, que cada hora que pasa sin que se zanjen los problemas de la «caja tonta» pública, más miradas de sus compañeros de partido se concentren sobre Soraya Sáenz de Santamaría.
Toda una «patata caliente» que veremos a quién acaba achicharrando.
