El Mundo suplica a PP y PSOE que no se dejen arrebatar la bandera de la regeneración política por este radical
Las sorpresas sobre el pasado del rebelde Pablo Iglesias se siguen acumulando. El Mundo publica hoy, 30 de junio, que una organización del mundo de ETA, Herrira, dedicada a promover la liberación de los presos terroristas, contaba en Madrid con Pablo Iglesias y su compañera Tania Sñanchez, parlamentaria autonómica de Izquierda Unida.
En una operación de la Guardia Civil realizada contra Herrira, en septiembre de 2013, se descubrieron el nombre, el correo electrónico y el teléfono de Iglesias. Tanto éste como Tania Sánchez participaron también en una cena, junto al actor Willy Toledo y otros profesores universitarios, de preparación de un acto en Madrid con militantes de la izquierda abertzale. Iglesias se comprometió a difundir en el ambiente universitario y periodístico la necesidad de la liberación de los presos etarras.
El Mundo publica un editorial en el que reclamaa los dos grandes partidos que no abandonen la bandera de la regeneración en manos de semejante extremista.
No le faltan pruebas a la Guardia Civil: Herrira manejaba el número de teléfono del profesor de Ciencias Políticas de la Complutense, su correo electrónico y, sobre todo, ha confirmado su participación en diferentes actos de la asociación proetarra que, se miren por donde se miren, suponen un insulto a todas las víctimas que se ha cobrado el terrorismo de ETA.
Iglesias ya había dado varias muestras de su condescendencia con los abertzales. A principios de mes, por ejemplo, Podemos tomó parte en la cadena humana que exigía la autodeterminación del País Vasco y Navarra. Y el lunes de la semana pasada, en un desayuno informativo en el Ritz, se descolgó al afirmar que «si tuviera que hablar de ETA en Europa diría que el terrorismo ha producido un enorme dolor en nuestro país, pero que tiene explicaciones políticas».
Siempre hemos presentado a Podemos como una formación con ideas irrealizables y utópicas, pero con algunas propuestas razonables para corregir los vicios en los que ha caído el sistema político. Los grandes partidos no deben permitir que un radical como Pablo Iglesias, así lo demuestra lo que hoy publicamos, les tome la delantera en materia de regeneración. Hay que felicitarse de que al menos el PSOE lo esté intentando abriendo a los militantes la elección de sus cargos. El PP debería reaccionar cuanto antes en lugar de exhibir un conformista inmovilismo.
