En España, tantas veces nos pasa, tendemos a no darnos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Pues bien, algunos VIP del PP estos días ponen como ejemplo de lo antes dicho al mandatario riojano Pedro Sanz, a quien el presidente del Gobierno estará más que agradecido.
En medio de la victoria pírrica del Partido Popular en las elecciones europeas, el presidente de La Rioja obtuvo para su formación los mejores resultados del país: el 38.48 % de los votos y 15 puntos más que el PSOE.
Aunque parezca mentira, nadie de la dirección nacional aplaudió públicamente el enorme mérito de los populares riojanos.
Ahora, tras escuchar a Pedro Sanz en el debate sobre el estado de la región que se celebró el pasado martes y miércoles -su segundo éxito en un mes- me reafirmo aun más en lo que pensé el 26 de mayo: el PP está en deuda con el barón que le ha dado cinco mayorías absolutas y que, según los sondeos, camina hacia la sexta.
Y ello a pesar del desgaste sufrido por la formación en toda España, con comunidades como la Valenciana y Madrid desangrándose.
Claro. Pedro Sanz no es de los que amagan con marcharse en busca de cariño. Ni de los que empitonan al Gobierno pensando que así ganan votos en su tierra. Ni tampoco de los que están más preocupados por las intrigas palaciegas que por las listas del paro.
Sus defectos son, por contra, la discreción, la lealtad y la eficiencia. Total nada.
Aunque en demasiadas ocasiones esto no abra telediarios ni provoque la llamada de felicitación de Génova 13.
Si el PP quiere ganar las próximas elecciones autonómicas debería empezar por poner en alza -con énfasis incluso- comunidades donde, como en el caso de La Rioja, las cosas se están haciendo muy bien. Y los resultados no engañan.
Con datos en la mano
Ya lo dijo Sanz durante el debate de la semana pasada: «La Rioja ha conseguido mantener un diferencial positivo de entre tres y cinco puntos con respecto a la media nacional en las variables económicas más importantes, como paro, déficit, deuda o crecimiento del Producto Interior Bruto, y en los principales indicadores de bienestar, relacionados con la educación, la sanidad o el sistema de protección social».
En los últimos datos del paro figuraba como la segunda comunidad donde más se redujo el desempleo en mayo (el 4,92 %), y los del déficit que el Ministerio de Hacienda publicó el martes muestran que sigue caminando por la senda de la contención del déficit (el 0,30% del PIB hasta abril).
Estar a la cabeza de la recuperación permitirá a los riojanos deshacerse totalmente del impuesto de patrimonio en 2016 y, a los funcionarios, recuperar la paga extra que les fue retirada por decisión del Gobierno central.
Esos fueron dos de los anuncios que hizo el presidente autonómico el martes y que mejor recibimiento tuvieron entre sus conciudadanos.
Aquel día afirmó Sanz: «España no sería lo mismo sin La Rioja». Y añado yo: Ni el Partido Popular sin él.
Pedro Sanz puede buscar menos la complicidad mediática que otros compañeros. Pero, ojo, los galones se los ha ganado a pulso.
De momento está claro que se presentará a las elecciones de 2015. Rajoy y el PP pueden respirar tranquilos.
