El revuelo en torno a la vicepresidenta tiene al PP en vilo

Soraya Sáenz de Santamaría maniobra para desactivar las maniobras para sacarla de La Moncloa

Las miradas se concentran sobre ella. Los movimientos de la vicepresidenta son una señal de que algo se mueve

Soraya Sáenz de Santamaría maniobra para desactivar las maniobras para sacarla de La Moncloa
Soraya Sáenz de Santamaría. EP

El verano ha llegado. Y los políticos, al contrario de lo que ocurría estos años atrás, comienzan a hablar más abiertamente de sus vacaciones.

Las cosas económicas, mal que les pese a algunos «Profetas del Juicio Final», van cambiando.

Mariano Rajoy volverá a repartir el asueto entre Doñana y su Galicia del alma. Aunque las maletas las va cargando de tareas para afrontar el final de la legislatura.

El presidente del Gobierno sabe bien que el futuro inmediato se vislumbra intenso. ¿Y cuándo no ha sido así -se preguntará- desde que llegó a La Moncloa?

Pero esta vez, más que en rescates, primas de riesgo y demás sustos económicos, la vorágine de los acontecimientos próximos, esencialmente políticos, le obligará a trabajar en el complicado puzle de candidatos con vistas a las elecciones municipales y autonómicas.

Claro, sin perder de vista ni un momento una remodelación del Gobierno -esta vez sí, de plena actualidad- por la marcha de Luis de Guindos al Eurogrupo. «Cuando toque», dice un marianista con despacho monclovita.

Y el encaje de la pieza más valiosa, a la que por más vueltas que se le da no se le encuentra sitio, es el de la cita electoral de Madrid. Ahí, en ese centro español, está la clave del rompecabezas rajoyista.

Todos en el PP dan por perdida la mayoría absoluta tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid. Todos, también, hablan abiertamente de la necesidad de presentar una figura con suficiente tirón electoral que permita a los populares tener opciones. Tal es el quid de la cuestión.

Siendo así, lógicamente muchas miradas se han posado sobre Soraya Sáenz de Santamaría.

A favor del salto al circo madrileño de la gladiadora más próxima a Rajoy juega su condición de ser uno de los miembros del Gobierno mejor valorados, según los sondeos. Además de ser una referencia para el centro-derecha político y social, es percibida como mujer seria, eficaz y trabajadora.

Ahora bien, ni siquiera «ha empatado» nunca con nadie, electoralmente hablando, por lo que algunos VIP del PP recuerdan el fallido experimento Cañete de colocar a alguien no testado como cabeza de cartel.

Lo que es innegable es que el runrún apunta a que una reputada casa de encuestas trata de averiguar, por encargo de Génova 13, quién tiene más posibilidades de ganar en Madrid. «Espejito, espejito… ¿cuál de las cuatro es la favorita… Espe, Cristina, Soraya o Ana?

La simple posibilidad de aparecer en algún sondeo interno como una opción de victoria en la capital de España haría muy difícil a la vicepresidenta apartar ese cáliz. Lo que, por cierto, llena de inquietud a sus colaboradores.

Por eso se han comentado, en un sentido y otro, los últimos esfuerzos de Soraya Sáenz de Santamaría para ganar mayor visibilidad. Atrás queda aquel ponerse de perfil para esquivar la «unidad de quemados». Salvo para sostener a Leopoldo González-Echenique al frente de la Presidencia de RTVE. Lo que la ha desgastado enormemente entre sus compañeros de partido.

Este jueves la número dos del Gobierno eligió defender el Real Decreto de Medidas Urgentes para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia y enfrentarse en el Congreso a toda la oposición. Podía haber dejado la papeleta en manos de Luis de Guindos, pero apenas 24 horas antes de la sesión plenaria tuvo a su equipo al completo trabajando a destajo para preparar la actuación. Muy significativo.

El gesto de Sáenz de Santamaría no ha pasado inadvertido en el Grupo Parlamentario Popular. Muchos lo han relacionado con el sendero que tiene como final la candidatura -vacante- de Madrid.

La duda reinante es cuál va a ser su estrategia a partir de ahora. ¿Hará Soraya Sáenz de Santamaría todos los esfuerzos por marcar la agenda?

¿Su participación en la escuela de verano del PP, identificándose con la regeneración democrática, apunta a sus ganas de aparecer más allá de las ruedas de prensa tras el Consejo de Ministros leyendo normas del BOE?

Ante un silente Rajoy, crecen los populares que ven a Soraya como el remedio. Por eso las idas y venidas de Alberto Núñez Feijóo por Madrid despiertan tan grande expectación en el PP y una preventiva suspicacia entre sorayos.

La pelota, como siempre, la tiene el presidente. Seguro que se entretiene con ella el próximo mes de agosto.

 

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Autor

Antonio Martín Beaumont

Antonio Martín Beaumont, politólogo y periodista, es el actual director de ESDiario.com.

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