La ex presidenta de la Comunidad al rescate

Mariano Rajoy asume que Esperanza Aguirre es su última baza para salvar Madrid

Muchas pistas apuntan a que acabará encomendándose a la presidenta de los populares madrileños, aunque ello despierte reticencias en él mismo y en parte de la cúpula del PP

Mariano Rajoy asume que Esperanza Aguirre es su última baza para salvar Madrid
Esperanza Aguirre. EP

Ana Botella tenía claro que no quería seguir y estaba harta de las puñaladas de Aguirristas, Cifuentistas y Sorayos

La decisión de Ana Botella de anunciar su renuncia -si se la puede llamar tal- cuando aún quedan nueve meses para las elecciones municipales quita a Mariano Rajoy un problema de encima, pero le pone otro.

Sabía la alcaldesa que, aunque hubiera querido, no estaba en condiciones de pugnar por ser la candidata. Porque su cuestionada gestión es su epitafio político (especialmente el Madrid Arena y el fiasco de Madrid 2020) y porque su valedor, José María Aznar, ya no abre las aguas del PP a su paso como lo hacía antaño. Incluso años después de su retirada.

No tener que echarla, igual que le sucedió con Jaime Mayor Oreja, es un alivio para el presidente y jefe de filas de los populares, que huye de los conflictos todo cuanto puede.

No obstante, toda cara tiene una cruz: su comparecencia sin preguntas es el botellazo de salida a la carrera del Ayuntamiento de Madrid, pese a que Rajoy no tenía ni tiene «ninguna prisa» por despejar ésa ni el resto de equis electorales, como él mismo señaló el lunes ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido.

«Tenía claro que no quería seguir y estaba harta de las puñaladas de Aguirristas, Cifuentistas y Sorayos. Estos meses gobernará con tranquilidad», señalaba a El Semanal Digital un compañero de filas que la conoce bien en alusión al mar de fondo que existe desde hace tiempo en torno a la candidatura del buque insignia del poder municipal.

Aguirre, cada vez más cerca

Ahora hay dos cosas meridianamente claras. En primer lugar, Esperanza Aguirre quiere coronar su carrera política siendo alcaldesa de su ciudad, y tiene al PP de Madrid detrás a una, como en Fuenteovejuna.

Y, en segundo lugar, Rajoy sabe que la lideresa es la única que puede mantener en pie el feudo madrileño ante el empuje de Podemos y compañía.

No sólo en la capital, sino también por lo que a la Comunidad de Madrid se refiere: con ella como cabeza de cartel en el Palacio de Cibeles Ignacio González tendría el visto bueno de la Dirección para ser el candidato en las autonómicas.

Tal es el tirón de Aguirre, que este martes recibía la noticia con un «Ana Botella siempre ha hecho lo mejor para el Partido Popular» nada inocente.

Muchas pistas apuntan a que Rajoy acabará encomendándose a la presidenta de los populares madrileños, aunque ello despierte reticencias en él mismo y en parte de la cúpula del PP por volver a dar a Aguirre mando en plaza. Algo que entraña sus riesgos, a decir de algunos.

Se encomendará a ella si antepone los resultados de mayo a lo personal y si, como parece, la opción de Soraya Sáenz de Santamaría es más ruido que nueces y la de Cristina Cifuentes no termina de cuajar.

El PP de Madrid, por su parte, colgaba un tuit muy significativo en medio de todo. «¿Sería buena candidata @EsperanzAguirre? @igonzalezPP: ´Hay muchas personas. Ella podría ser una muy buena candidata si ella quisiera´».

Por lo que se ve, sus adversarios políticos son los primeros que se han dado cuenta de que Aguirre tiene muchas papeletas para ser la candidata del PP, de ahí la campaña en su contra a raíz de la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de calificar como delito su incidente con la Policía Municipal.

Se equivocan quienes han querido ver en ello un escollo insalvable en su carrera hacia el Ayuntamiento. Aguirre ha demostrado una vez más que la única batalla que se pierde es la que no se da y ha optado por denunciar las contradicciones del magistrado que lleva su caso.

«En el caso, a mi juicio, mucho más grave donde el implicado se negó a identificarse, el coche era robado, llamó hijos de puta a los policías, se metió en un bar, arremetió contra los agentes dando puñetazos y patadas, este mismo juez consideró que era falta leve», recordaba este martes en un chat en El Mundo. Cuanto menos sospechoso lo del juez.

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído