Si apoyan la investidura de Rajoy será su perdición. Y si apoyan la nuestra también será su perdición
Quien lo revela es Álvaro Carvajal, en el diario ‘El Mundo’.
Arranca su pieza con una frase textual:
«Después de las próximas elecciones generales, el Partido Socialista tendrá que elegir entre hacer presidente a Mariano Rajoy o a mí».
Y aclara el periodista que quien formula esta hipótesis para dentro de 14 meses es el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
La frase, dirigida este verano a un miembro del PP, resume en un titular cuál es la hoja de ruta del profesor de la coleta y flamante europarlamentario para el año electoral que acaba de comenzar.
Puntualiza Carvajal que ha podido constar esto personalmente con fuentes internas de Podemos, donde le han confirmado que todo es parte de una estudiada estrategia que busca arrinconar al PSOE y ganar a sus votantes, poniéndo a los socialistas entre la espada y la pared.
La tesis es que el PSOE de Pedro Sánchez tendra forzosamente que tomar una ‘decisión fatal’: en un previsible Congreso de los Diputados fragmentado y abocado a los pactos multipartitos para formar gobierno, los socialistas tendrían que debatirse entre apuntalar con sus votos -o abstención- cuatro años más de Rajoy en La Moncloa o respaldar la elección del líder de Podemos como nuevo presidente del Gobierno.
Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Iñigo Errejón y el resto de la cuadrilla, a los que asesoran en la sombra personajes de dilatada experiencia política como Jorge Verstrynge, operan convencidos de que Podemos llegará a las elecciones generales de finales de 2015 lanzado; ya sea como segunda fuerza -es decir, como la alternativa al PP- o como tercera opción, a un puñado de escaños del PSOE.
En ambas situaciones se vería con la autoridad suficiente como para presentar su candidatura formal para gobernar. Aquí, a los socialistas no les quedaría otra que posicionarse. Y según prevé Podemos, siempre para mal.
«Si apoyan la investidura de Rajoy será su perdición. Y si apoyan la nuestra también será su perdición».
