Toledo, la niña bonita del socialismo castellano-manchego, quita el sueño a los de Emiliano García Page. Y no es para menos.
Estos tiemblan con la sola posibilidad de que el PP de María Dolores de Cospedal les arrebate su mayor bastión. Ése desde el que durante los últimos tres años y medios han dirigido su resistencia. También gobiernan en el Ayuntamiento de Cuenca y en la Diputación de Ciudad Real, pero no hay color.
La candidatura de García Page, el todavía alcalde de Toledo, a la Presidencia del Gobierno regional ha abierto un enorme boquete en la capital que será difícil de llenar. Y lo peor es que los socialistas no se ponen de acuerdo sobre quién debe intentarlo.
Se avecinan curvas en estas semanas previas a unas primarias cuyo plazo de presentación de candidaturas concluye el 12 de enero. Y el paso al frente dado este martes por Fernando Mora en La Tribuna de Toledo ha acelerado la pugna.
El diputado autonómico y cuñadísimo -está casado con una hermana de García Page- ha anunciado públicamente que tiene intención de presentarse a las primarias. Y no es el primero, porque su compañera Milagros Tolón también ha hecho ojitos al cargo.
A la macedonia de nombres se suman otros como Javier Nicolás, Gabriel González, Ángel Felpeto… Hasta el de José Bono ha pululado por las quinielas -sin fundamento alguno-.
El caso es que el galimatías de Toledo trae a los socialistas por la calle de la amargura. En 2011 los populares se quedaron a un concejal y a apenas punto y medio de ellos. Esta vez la contienda está al rojo vivo.
