"Hay gente que se queja de que soy demasiado claro, yo soy así, no me van a cambiar"
El verano de 2005, 11 miembros de los equipos de extinción de fuegos perdían la vida en Guadalajara. Sólo un día después, el PP pedía la comparecencia de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
Según recuerda ‘El Economista’, el Congreso de los Diputados se llenó de tensión y el presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, tuvo que interrumpir el debate. Ya fuera de la sala, Rafael Hernando -el nuevo portavoz del PP en el Congreso- casi agrede al socialista Alfredo Pérez-Rubalcaba.
Rubalcaba hizo el gesto de llevarse la mano a la cara (un ademán utilizado para llamar caradura a alguien), en referencia a los diputados del PP, lo que motivó la respuesta airada de Hernando, quien se volvió hacia el portavoz socialista asegurando que conocía a alguno de los familiares de los fallecidos en el incendio. «Eso no me lo dices a la cara», gritaba.
El secretario general del PP, Ángel Acebes, y el portavoz de su Grupo, Eduardo Zaplana, tuvieron que sujetar a su compañero de partido, nacido en Guadalajara. La intervención de Acebes y Zaplana impidió la trifulca, aunque ambos estaban a menos de un metro de distancia.
Hernando aseguró en la Cadena SER que su «acalorada» reacción se trató de un «mero incidente de pasillos» y que esperaba que Rubalcaba se excusara.
Polémica tras polémica
Pero esta no fue la única vez que Hernando ha sido noticia. Muy activo en las redes sociales y con presencia en radio y televisión, es autor de declaraciones polémicas como cuando afirmó que los casos «puntuales» de desnutrición en nuestro país son «una responsabilidad que corresponde a los padres, o cuando, hablando de las víctimas del franquismo, dijo que algunos sólo se habían acordado de su padre cuando había subvenciones.
Además de vincular a la PAH con grupos terroristas, comparó el cambio climático con las profecías mayas, a la Andalucía del PSOE con Etiopía y también cargó contra el actor Javier Bardem.
«La gente se rasga las vestiduras ante la violencia de ciertos energúmenos cuando representan a la extrema derecha y, sin embargo, se muestra complaciente cuando los energúmenos portan banderas que en el pasado representaron a la izquierda», dijo en otra ocasión.
Hace apenas unos meses tildó al juez Baltasar Garzón de «payaso ilustrado» y previamente ya había calificado al juez Santiago Pedraz de «pijo ácrata».
Consciente de que su crudeza dialéctica levanta algunas ampollas, el propio Hernando ha dejado hoy bien claro que es como es y que a estas alturas ya no va a cambiar.
«Hay gente que se queja de que soy demasiado claro, yo soy así, no me van a cambiar», ha proclamado.