Pablo Iglesias no es un eurodiputado cualquiera. Y no lo es porque pocos podrían compaginar sin inmutarse, como hace él, la subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara de la que es miembro con un generoso sueldo pagado por el régimen de Irán.
En concreto uno de 3.000 euros a la semana, como ha desvelado El Semanal Digital que Hispan TV paga a los seis miembros de Producciones CMI que hacen Fort Apache. Con el líder de Podemos como director, presentador y máximo beneficiario.
En cualquier otro caso el escándalo habría sido mayúsculo. En el de él no. Legal es, porque según fuentes institucionales de la Eurocámara consultadas por este periódico el régimen de incompatibilidades del Parlamento no incluye la participación en medios de comunicación; pero, ¿es ético y estético?
«A mi juicio es políticamente incompatible. Legal será, pero políticamente no tiene un pase. Hablamos de un régimen que persigue, encarcela y condena a muerte a los homosexuales», señala el secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López Isturiz.
Para más inri en abril, cuando Iglesias ya era candidato, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que condenaba «las repetidas violaciones de los derechos humanos en Irán», incluidos «un elevado número de ejecuciones, lapidaciones, actos de tortura y persecución de las minorías étnicas y religiosas».
Y a renglón seguido pedía al régimen de Hasán Rouhaní que «cumpla las normas internacionales en materia de derechos humanos». La respuesta airada de éste fue negar las acusaciones por «infundadas e inaceptables». Y hasta ahí.
Maryam Rajavi
Hablamos de un país que celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos el pasado 10 de diciembre ahorcando a cuatro presos, entre ellos una mujer. Precisamente ese día, en el Parlamento Europeo al que pertenece Pablo Iglesias dio una conferencia la carismática presidenta del Consejo Nacional de Resistencia de Irán, Maryam Rajavi.
Ésta, que vive exiliada en Francia, contó ante decenas de eurodiputados que desde la elección de Rouhaní como presidente en el verano de 2013 al menos 1.200 iraníes han sido ejecutados. El líder de Podemos ni estuvo ni se le esperaba en esa conferencia celebrada el miércoles de la semana pasada en Bruselas, en la que Rajavi lanzó una pregunta a los gobiernos de la UE: !¿Cómo pueden considerarse remotamente legítimas las relaciones con este régimen bárbaro?».
Desde la Eurocámara sostienen que a un eurodiputado no se le puede decir que no vaya a la televisión, y menos aún «en esta tele puedes salir o en esta no». «Ello contravendría la independencia en el ejercicio de su función», explican las mismas fuentes. «Quienes deben pedirle cuentas son los ciudadanos, porque él ha recibido un mandato popular», añaden.
Así pues, la institución únicamente pide a sus miembros que declaren sus actividades en los medios de comunicación, especialmente si cobran. Como es el caso de Iglesias. Que comenzó declarando que recibía de Hispan TV una mensualidad de entre 500 y 1.000 euros y ahora ya ha subido a entre 1.001 y 5.000 euros.
«Quiero que los Derechos Humanos se conviertan en la brújula política de nuestro país y de Europa», escribe el propio Pablo Iglesias en su carta de presentación en la web de Podemos. Qué ironía.
