En un rápido y sorprendente vuelo transoceánico, el espíritu de Bibiana Aído ha abandonado por un rato el cuerpo de la exministra para posarse en el Congreso de los Diputados de Madrid el 22 de abril de 2015.
En concreto, durante unos segundos ha poseído el cuerpo de Pedro Sánchez. Estaba el presunto líder de la oposición atacando con dureza al Gobierno por el asunto Rato y la amnistía fiscal cuando una inmersión en la ‘bibianaidad’ le jugó una mala pasada y destruyó toda la efectividad de su intervención.
El caballero de la triste figura y blanca camisa se estaba creciendo, próximo a noquear a Rajoy, cuando llegó la metedura de pata y le dijo al registrador de la propiedad que:
Los miembros y miembras de su grupo parlamentario….
El cachondeo en las filas populares no pudo ser mayor.
Lejos de reconocer que había metido la pata, que se dejó llevar lanzado por un uso abusivo de citar los dos géneros, Sánchez trató de mostrarse seguro y sacar pecho. Sonrió con falsa suficiencia y proclamó de forma poco convincente de que lo había hecho a propósito. Ya daba igual lo que dijera después, nadie le escuchaba.
Pero el socialista no fue el único en meter la pata en el Hemiciclo en una sesión de Control al Gobierno muy caldeada.
La otra fue la vicepresidenta, que ha logrado tirar a la basura el discurso del PP y el Ejecutivo en una cuestión central en el debate político. Un día antes, Rafael Hernando proclamaba muy serio que no había existido amnistía fiscal, sino regularización de dinero en el extranjero. Este ha sido en todo momento el argumento de los populares, hasta que abrió la boca Soraya Sáenz de Santamaría.
En uno de sus tradicionales y apasionados enfrentamientos a cara de perro con el socialista Antonio Hernando, Soraya dijo lo que no hubieran querido escuchar Rajoy, Montoro ni muchos otros. Sáenz de Santamaría habló en términos elogiosos de «la amnistía fiscal que nosotros hemos hecho» frente a las realizadas por los socialistas. Hernando no se dio cuenta del detalle y dejó escapar la presa fácil.
Quién sí tomo buena nota fue el también socialista Pedro Saura. Varias preguntas más tarde le espetó a Cristóbal Montoro:
Usted ha hecho el ridículo, dos años diciendo que ha habido amnistía fiscal y la vicepresidenta ha dicho hoy aquí que la habido.
